A pesar de esto, Emanuele Capobianco, el director de salud de la Federación Internacional de sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC), aseguró a la agencia de noticias AFP, que este éxodo se ha diversificado a otros países de la región, pues no todos se quedan en Colombia como desplazados.
Entre las estimaciones se cree que 37.000 venezolanos cruzan la frontera diariamente.
Tras pasar dos semanas en Cúcuta, la localidad colombiana fronteriza con Venezuela, Capobianco expresó su asombro ante la realidad que se vive en este lugar: “Lo primero que sorprende es un flujo masivo y constante de venezolanos que llegan a Colombia, a pie, con sus pertenencias en los hombros, bajo un calor insoportable”.
Asimismo, el director alertó a la agencia de noticias EFE, que la mayoría de los refugiados presentan síntomas de diarrea e infección respiratoria, que presume es causado por la vulnerabilidad del sistema inmunológico ante la malnutrición de niños y mujeres.
“La malnutrición entre las mujeres y los niños es incontrolada”, precisó.
También comentó que se detectó enfermedades transmisibles como difteria y sarampión, pues los niños no están inmunizados debido a la escasez de vacunas en Venezuela.
Ante esto, la Cruz Roja colombiana y la FICR implementarán campañas de vacunación en la zona para la población refugiada.
Capobianco describió para ambas agencias la situación como “una crisis humanitaria que requiere ser mejor tratada”, por lo que considera necesaria una política de salud pública ante al creciente malaria, difteria y otras dolencias.
Capobianco describió para ambas agencias la situación como “una crisis humanitaria que requiere ser mejor tratada”, por lo que consider necesaria una política de salud pública ante al creciente malaria, difteria y otras dolencias.
