Según una Organización No Gubernamental, más de un millar de personas siguen enterradas bajo los escombros y el barro tras el terremoto que sacudió el viernes la isla indonesia de Célebes en el que murieron más de mil 400 personas.
Según la organización Aksi Cepat Tanggap (ACT), el barrio de Balaroa, en Palu, es el más afectado y quedó reducido en barro y cemento tras las avalanchas de tierra. Al menos dos mil personas vivían en la localidad.
En Petobo, situado a unos siete kilómetros al sureste de Palu, decenas de casas más han quedado enterradas bajo el barro tras una de las avalanchas que siguió al terremoto. Según reseña la agencia de noticias EFE, la portavoz de la Federación Internacional de la Cruz Roja en Palu, Iris Van Deinse, dijo que entre 500 y 700 personas vivían en el pueblo.
La Cruz Roja confirmó la muerte de 34 niños, de entre 13 y 15 años, en esa zona donde según uno de los empleados de la organización se rescató a 90 de los 200 jóvenes.