Juan Guaidó, presidente del Parlamento y encargado de la Presidencia interina de Venezuela, denunció la muerte de Rafael Acosta Arévalo, capitán de corbeta de la Armada, bajo custodia del régimen de Nicolás Maduro.
El militar, considerado un preso político, falleció con signos de tortura en el cuerpo la madrugada del sábado. Estaba acusado de presuntamente planificar un “golpe de Estado” en contra del régimen venezolano.
Guaidó hizo la denuncia el sábado luego de los reportes de Tamara Suju, defensora de derechos humanos, sobre el hecho.
Suju aseveró que se evidenciaron graves signos de tortura hacia Acosta Arévalo cuando fue presentado en tribunales: no podía hablar ni estar de pie. La activista responsabilizó directamente a Maduro.
“No hay palabras para describir este abominable hecho. Hemos establecido contacto inmediato con la familia y la comisión ONU en Venezuela. He girado instrucciones a embajadores y equipo internacional para elevar denuncia a gobiernos y especialmente a la alta comisionada Michelle Bachelet”, escribió Guaidó en Twitter.
El presidente interino, respaldado por más de 50 países, exhortó a la Fuerza Armada a no permanecer indiferente ante la muerte del capitán de corbeta. Además, aseguró que habrá justicia por el asesinato.
“Esto no se quedará así hombres y mujeres de la Fuerza Armada, saben lo que tienen que hacer para salvar a la patria y a la institución militar:expulsar invasores cubanos y defender la Constitución”, añadió.
Medios venezolanos reseñaron que el militar estaba preso desde el 21 de junio, cuando agentes de la Dirección General de Contrainteligencia Militar lo arrestaron sin una justificación inicial.
