Una vendedora de cocos alertó a la Policía, que este lunes que llegó a su negocio en la acera de la imprenta vio que algo extraño había pasado, pues la puerta de la imprenta estaba abierta y eso nunca lo había visto, intentó hablarle al dueño pero no contestó.
La víctima fue identificada como Rómulo Antonio Mejía, de 63 años, de nacionalidad nicaragüense quien trabajaba y residía en el local de su imprenta a pocos pasos de una de las entradas de la alcaldía de San Salvador.
Las autoridades no tienen pistas de qué pudo haber acontecido con el dueño de la imprenta para quitarle la vida.
Con información de El Salvador
