La crisis diplomática entre El Salvador y Venezuela evolucionó la tarde del domingo en una disputa entre el presidente Nayib Bukele y Nicolás Maduro, considerado un dictador por varios países de la región. Los roces iniciaron después de que el mandatario salvadoreño anunció la expulsión de los diplomáticos venezolanos del país, al mismo tiempo le brindó legitimidad al Gobierno interino de Juan Guaidó.
Posteriormente, el régimen de Venezuela emitió un comunicado en el que también anunciaba la expulsión del personal diplomático salvadoreño de Venezuela. En este comunicado se cuestionaban las razones que llevaron a Bukele a tomar la decisión.
“De esta manera, Nayib Bukele asume oficialmente el triste papel de peón en la política exterior estadounidense”, se lee en el comunicado del régimen venezolano.
Maduro se encontraba en un encuentro regional en La Habana, Cuba, y aprovechó su discurso para criticar a Bukele y su decisión: “Ningún mequetrefe, ningún pelele del imperialismo como el tal Bukele va a separar a los pueblos de El Salvador y Venezuela. Bukele, el que se mete con nosotros se seca”, advirtió Maduro.
El líder del chavismo también lo calificó como “traidor”. En el encuentro también se encontraba el expresidente Salvador Sánchez Cerén, a quien se le ve sonreír ante los señalamientos de Maduro.
A través de su cuenta de Twitter, Bukele exigió respeto y le expresó a Maduro: “Habla un presidente electo democráticamente, a diferencia suya”.
Además, cuestionó quién le pagaba los viajes a Sánchez Cerén, de quien señaló de “lacayo y títere de Maduro”.
Los diplomáticos de ambos países tienen 48 horas para regresar a sus lugares de origen. Un grupo de venezolanos que residen en El Salvador celebró la decisión, pero señalaron la importancia de que haya una representación de cancillería o una embajada de El Salvador en Venezuela, para cumplir con los trámites necesarios.
