Crispin Blunt, político y pilar del Partido Conservador, ha hecho pública su detención vinculada a una acusación grave: Un conservador británico detenido por violación.
El legislador, de 63 años, hizo este anuncio en X, provocando una tormenta en el ámbito de la política del Reino Unido.
Blunt es un veterano (De hecho, es ex ministro) de la política desde 1997. Aclaró que su detención se produjo el miércoles y que ha participado en dos interrogatorios policiales en relación con el incidente del que es el centro de atención.
Unas tres semanas antes, Blunt denunció voluntariamente posibles sospechas de extorsión, lo que dio lugar a su primer interrogatorio policial.
Tras su detención, el político británico se enfrentó por segunda vez a la policía bajo caución, una experiencia que calificó de “innecesaria”.
Independientemente de la situación, Blunt se ha comprometido a cooperar plenamente con la investigación en curso, manteniendo el optimismo de que la pesquisa concluya sin cargos contra él.
La Policía de Surrey, en su comunicado, verificó la detención de un individuo de sexo masculino en Horley, localidad situada a unos 100 kilómetros al sur de Londres.
La detención está relacionada con sospechas de violación y posesión de sustancias ilícitas
Tras la identificación de Blunt, el Partido Conservador reaccionó rápidamente, suspendiéndolo temporalmente hasta el final de la investigación policial, transformando así al político británico en una entidad independiente.
Blunt, que ya ha expresado su decisión de no presentarse a las próximas elecciones en el Reino Unido, previstas para enero de 2025, obtuvo la libertad condicional bajo fianza policial, según confirmó un representante de la policía.
Mientras prosigue la investigación, la policía sigue investigando las acusaciones contra esta figura política de alto nivel del Reino Unido.
Este suceso se suma al creciente número de legisladores en activo implicados en acusaciones de conducta sexual inapropiada, incitando a conversaciones incómodas en todos los círculos políticos del Reino Unido.
Justo un día antes, otro legislador conservador, Peter Bone, fue suspendido del Parlamento durante seis semanas después de que una investigación le declarara culpable de acoso e impropiedad sexual hacia una antigua empleada.
Bone, sin embargo, ha negado rotundamente cualquier acusación de mala conducta. Ante estos escándalos, el Reino Unido espera los resultados de las investigaciones. La aspiración colectiva es que se haga justicia y, si es necesario, se instigue una muy necesaria revisión del panorama político.
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