El candidato presidencial republicano, Vivek Ramaswamy, fue amenazado de muerte este lunes, según informaron las autoridades. El sospechoso del hecho está detenido.
Las amenazas las hizo un hombre de Concord, en New Hampshire. Está acusado de enviar amenazas de muerte a Ramaswamy a través de mensajes de texto.
El sospechoso fue detenido por agentes del FBI este lunes 11 de diciembre, antes de un evento de campaña de Ramaswamy.
Un portavoz del equipo del candidato republicano Vivek Ramaswamy confirmó que su campaña era efectivamente el objetivo.
Stefan Mychajliw, subdirector de comunicaciones de Ramaswamy, expresó su gratitud al FBI por su rápida respuesta ante la amenaza.
"Estamos en deuda con las fuerzas del orden por su rapidez y profesionalidad en la gestión de esta situación, garantizando la seguridad de todos los estadounidenses".
¿Quién envió las amenazas de muerte a Vivek Ramaswamy?
Las autoridades indicaron que el presunto agresor de Ramaswamy es Tyler Anderson, un hombre de 30 años con residencia en New Hampshire.
El fiscal que lleva el caso fijó para el jueves una audiencia de detención para Anderson, según The Associated Press.
A pesar de las amenazas, Ramaswamy continuó con su acto de campaña en el Roundabout Diner & Lounge de Portsmouth.
Un portavoz de la campaña de Chris Christie, exgobernador de Nueva Jersey y candidato presidencial, agradeció en un comunicado la rápida respuesta de las fuerzas del orden ante estas amenazas.
Los actos de Anderson pueden llevarlo hasta cinco años de prisión, tres años de libertad supervisada y una multa de $250.000 dólares.
Los mensajes prometían matar a Ramaswamy
Los documentos judiciales mostraron que el agresor, tras recibir un mensaje de texto sobre el acto de Ramaswamy del lunes en Portsmouth, tomó represalias con dos mensajes de texto amenazadores.
Estos mensajes, basados en la declaración jurada de un agente del FBI, prometían asesinar al candidato y asesinar a todos los presentes en el evento.
Los agentes del FBI rastrearon el número del teléfono móvil hasta Anderson, identificándole como la fuente de las amenazas.
Una orden de registro ejecutada en su residencia reveló los mensajes en una carpeta borrada. Anderson admitió al FBI que había enviado amenazas similares a "otras múltiples campañas".
La declaración jurada incluía capturas de pantalla de mensajes de texto amenazadores, en los que se prometía un tiroteo masivo en respuesta a una invitación a ver a un candidato "que no tiene miedo de decir las cosas como son".
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