El combate de UFC Vegas 89 entre los debutantes Igor Da Silva Severino y Andre Lima terminó en un una gran polémica, robando el protagonismo al esperadísimo choque entre Amanda Ribas y Rose Namajunas el sábado por la noche.
Justo cuando Severino, de 20 años, estaba a punto de marcar una entrada memorable en la UFC, el combate dio un giro a falta de 2:52 para el final del segundo asalto.
En un momento que rápidamente se hizo viral, Severino mordió a Lima en el brazo izquierdo, lo que provocó una descalificación inmediata.
El conocido periodista deportivo Kevin Iole fue el primero en dar la noticia de que la UFC decidió cortar lazos con Severino tras su conducta durante el combate. Este movimiento de la UFC subraya la postura seria que adopta la organización ante este tipo de mala conducta.
Declaraciones de Dana White sobre le incidente
El presidente de la UFC, Dana White, compartió su opinión sobre el incidente con Iole, transmitiendo su decepción.
"Estos dos son grandes peleadores invictos en ascenso. Si te frustras y quieres abandonar la pelea, hay múltiples caminos para ello, pero lo peor que puedes hacer es morder a tu oponente. Ahora te despiden y pierdes la oportunidad de tu vida", declaró White.
Antes de su descalificación, Severino demostró su destreza superando a Lima en golpes significativos y rechazando dos intentos de sumisión. Su actuación auguraba un futuro brillante en la UFC, por lo que el repentino final de su debut resulta aún más lamentable.
Corta carrera de Igor Severino
El especialista en jiu-jitsu brasileño Igor Severino comenzó su andadura en las artes marciales en 2013 y se hizo profesional en 2018, tras un periodo de empleo en un supermercado.
Su camino hacia la UFC se destacó con una victoria en la séptima temporada de la Dana White Contender Series, donde triunfó sobre Jhonata Silva cuando faltaban menos de tres minutos para el final del segundo asalto.
Este incidente sirve como poderoso recordatorio de la disciplina y el juego limpio que se esperan en la cima de la competición de artes marciales.
La descalificación de Severino y la posterior rescisión de su contrato con la UFC no sólo le costaron una carrera, sino que dañaron su reputación en un deporte en el que demostraba un talento excepcional.
