La comunidad latina podría aumentar su cuota de poder en todas las esferas políticas en EE.UU. en 2012 aun cuando centenares de miles de latinos afrontan barreras legales para emitir su voto el mes próximo, según un informe divulgado el martes 23 de octubre.
Los votantes latinos han crecido en número y peso político en las últimas décadas pero, a 14 días de los comicios presidenciales, diversas leyes estatales suponen un obstáculo “significativo” para su derecho al sufragio, indicó el Fondo Educativo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Elegidos (NALEO, en inglés).
El informe predice que la comunidad hispana podría aumentar su representación en la Cámara de Representantes a 31 miembros, y a 217 representantes en las legislaturas estatales.
Durante un encuentro con periodistas, el director ejecutivo del Fondo Educativo de NALEO, Arturo Vargas, señaló que si bien la participación electoral de los latinos el próximo 6 de noviembre alcanzará niveles históricos, éstos afrontan leyes estatales que dificultarán su voto.
Según el informe, más de 219.000 latinos podrían tener problemas para emitir su voto en noviembre debido a leyes estatales ya en vigor que alentarían a tratar “con sospecha” a votantes minoritarios.
Mientras, leyes estatales que entrarán en vigor a partir de 2013 pondrían en “riesgo serio” la participación electoral de al menos 835.000 votantes latinos, agregó.
Las cifras de NALEO son muy conservadoras, en comparación con la que ofreció el grupo cívico “Advancement Project”, que advirtió el mes pasado de que más de diez millones de latinos podrían ser privados de su derecho al voto debido a barreras legales en 23 estados.
La diferencia, según explicó Vargas, es que el informe de su organización sólo toma en cuenta las leyes que ya están en vigencia y no las que podrían entrar en vigor en 2013 y 2014, que están bloqueadas o que han sido impugnadas en los tribunales.
En la actualidad, 33 estados requieren prueba de identidad en las urnas, en aras de proteger la integridad del proceso electoral, aunque cada uno difiere sobre cómo verifica la identidad de cada votante.
Tan solo este año, los estados de Georgia, Indiana, Kansas y Tennessee adoptaron leyes que impusieron más restricciones sobre el uso de una cédula de identidad con foto para emitir el sufragio, mientras que Florida tiene una ley que restringió el calendario para el voto por adelantado, afirma el informe.
Según NALEO, más de 12,2 millones de latinos acudirán a las urnas, lo que supone un incremento del 26 % respecto a los 9,7 millones que votaron en 2008. A manera de comparación, cerca de seis millones de latinos votaron en 2000, lo que conformaba el 5,35 % del voto total ese año.
Este crecimiento continuará en los próximos ciclos electorales, si se toma en cuenta que aproximadamente 50.000 jóvenes latinos cumplen 18 años cada mes en Estados Unidos, la edad mínima para inscribirse para votar.
Aún con ese crecimiento, su participación en las urnas es menor que la de otros grupos minoritarios por una situación que, según el informe, es fruto de “más de cien años de discriminación contra ciudadanos latinos prácticamente sin freno en las urnas”.
A juicio de NALEO, varios factores han ayudado a mantener esa situación, incluyendo “la falta de acercamiento político con los votantes latinos”, barreras estructurales, barreras lingüísticas en los centros de votación, y diversos “impedimentos socio-económicos” que impiden la difusión de requisitos electorales.
Los latinos conforman el 16 % de la población y el 10 % del electorado en EE.UU. pero serán, al igual que en 2008, un factor decisivo en la contienda por la Casa Blanca, además de otras contiendas locales y estatales.
Según las encuestas, el presidente Barack Obama tiene el apoyo del 69 % de los hispanos, frente al 21 % que obtiene su rival republicano, Mitt Romney.
Tanto demócratas como republicanos cortejan activamente su voto, tomando en cuenta que, según NALEO, serán clave en nueve estados, entre estos Florida, Colorado y Nevada, que en su conjunto tienen 101 de los 270 votos del Colegio Electoral que se requieren para ganar la presidencia.