En un esfuerzo para reducir el número de ejecuciones hipotecarias o “foreclosures” en la comunidad latina, surgen iniciativas lideradas tanto por el sector privado como por organizaciones comunitarias no lucrativas.
Un informe de la Asociación Nacional de Profesionales Hispanos de Bienes Raíces (NAHREP, por sus siglas en inglés) indicaba en 2012 que los latinos fueron afectados desproporcionadamente por la crisis, porque con demasiada frecuencia se les dirigió hacia el mercado hipotecario “subprime” tanto para comprar como para refinanciar sus casas. Pero el mismo informe de la NAHREP se hizo eco de los signos de cambio.
“En los últimos años los titulares se concentraron en foreclosures y pérdida económica de los latinos; pero hay una historia de crecimiento y actitudes hacia la compra de casa por parte de nuestra comunidad que nos va a hacer protagonistas de la recuperación”, dijo Carmen Mercado, presidenta de la NAHREP en 2012.
Para profesionales como Mariano Claudio, ya se ven esos signos de recuperación de los que habla Mercado.
“Estamos viviendo cambios importantes en la industria que benefician al consumidor”, dijo Claudio a El Tiempo Latino. “Existen nuevos programas disponibles para el público para conseguir modificaciones en las condiciones de sus préstamos”.
Claudio, quien es director de paralegales para el grupo Tucker & Associates en Viena, Virginia, indicó que “algunos de estos programas no existían al comienzo de la crisis y otros han sido modificados sustancialmente debido a nuevas regulaciones”.
Muchas familias hispanas han buscado la solución a una hipoteca que ya no podían pagar recurriendo al banco directamente o a través de organizaciones comunitarias, tratando de resolver la situación por sus propios medios.
“De hecho, en nuestra primera consulta gratis le informamos al cliente sobre todas estas opciones y se llevan con ellos material impreso de diferentes instituciones para que la persona pueda informarse bien y tomar una decisión educada”, expresó Claudio.
Fue el caso del mexicano Alfredo Callejas quien acudió a la oficina de Claudio cuando ya tenía seis meses de atraso en sus pagos. Su Capital inicial era de $394,354.42 y pagaba $3,021 mensual al 8.45% de interés variable. El costo estimado de su propiedad era de $286,000. Callejas consiguió una modificación en la cual le difieren $63,604.42 del monto de su deuda.
“No pagará intereses sobre esta cantidad y la misma es elegible para perdón total si mantiene sus pagos a tiempo. Su nuevo balance será de $330,750 y el nuevo pago mensual será de $1,944.66 PITI a un interés del 2.45% los primeros 5 años y 3.3% fijo por el resto del préstamo”, dijo Claudio mientras Callejas sonreía.
“Tengo un hermano en una situación parecida a la mía y le voy a contar de la ayuda que he recibido”, dijo Callejas.
Historias de éxito como las de Claudio y Tucker & Associates corren, en tiempos de crisis, en paralelo con la ayuda de organizaciones comunitarias.
“Animamos a nuestros clientes a buscar los programas que más les convengan, pero estamos aquí para ayudar al consumidor y la satisfacción de nuestros clientes es lo que nos hace seguir adelante”, concluyó Claudio.