Unas 400.000 personas en Bolivia son ciegas o apenas ven, un altísimo porcentaje para una población de 10 millones de habitantes. la Fundación Ojos del Mundo asegura que el 80 por ciento de los casos se podría haber evitado la ceguera, tratando el problema que la generó a tiempo.
El acceso a la información sobre el cuidado de la vista, a una consulta oftalmológica o a una cirugía son las claves para poder frenar a tiempo la pérdida de visión en un país que sólo cuenta con 350 oftalmólogos, explicó la coordinadora general de la fundación, Patricia Tárraga.
La cifra sobre personas con ceguera o visión casi nula pertenece a la Sociedad Boliviana de Oftalmología, si bien el sistema público sólo reconoce legalmente 5.000 casos, indicó Tárraga, quien apuntó que Bolivia no cuenta con un plan de salud ocular.
Actividades cotidianas como leer un libro en el autobús o que los niños hagan sus tareas en el patio de la escuela se convierten en prácticas arriesgadas para la vista en las regiones del altiplano debido al alto índice de radiación solar en esas zonas, a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar.
A ello se suman la sequedad de las zonas más altas y los fuertes vientos, señaló Tárraga.
La desinformación hace que enfermedades oculares que eran evitables se ceben en los niños, como en el caso de la ciudad de El Alto, vecina a La Paz y situada a 4.000 metros de altitud.
Según la Fundación Ojos del Mundo, 4 de cada 10 estudiantes en esa ciudad boliviana necesitan anteojos, la mayoría con una graduación mayor a dos dioptrías, y los porcentajes de menores que sufren glaucoma o cataratas también es elevado.
Tárraga recuerda especialmente el caso de una familia de escasos recursos con cinco hijos que pidió ayuda a la fundación porque a una de sus niñas, de 5 años, le habían prescrito lentes, pero éstas costaban 500 bolivianos (unos $70) y ellos vivían con 30 bolivianos al día (unos $4). La misma familia tenía un hijo de 18 años ciego desde los 12 por un glaucoma no tratado a tiempo.
La experta expuso este ejemplo como ilustración de dos casos en una misma familia en el que uno de ellos pudo tratarse a tiempo, evitando una nueva ceguera, ya que la niña a la que en la óptica le habían prescrito gafas sufría en realidad glaucoma, que habría acabado desarrollándose por falta de tratamiento.
La Fundación Ojos del Mundo aboga por la necesidad de un plan nacional de salud ocular en Bolivia. Su objetivo es que para el año 2020 “no haya ciegos innecesarios” en el país, agregó.