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Cuidado con las calorías vacías

Se les denomina calorías vacías a todas aquellas calorías que provienen de alimentos con muy poco aporte nutritivo, y son alimentos que, por lo general, tienen un gran contenido de energía pero poco o ningún otro nutriente como proteínas, vitaminas, minerales y otras sustancias que el organismo necesita para su adecuado funcionamiento. Tratándose principalmente de alimentos con un muy alto contenido de carbohidratos simples y grasas procesadas.

Cuando se abusa de este tipo de alimentos se corre el riesgo de provocar un balance calórico positivo que puede conducir al aumento de peso indeseado, contribuyendo a la obesidad y a la aparición de enfermedades cardiovasculares, hipertensión y diabetes.  De igual forma, con el excesivo consumo de estos alimentos se tiene la posibilidad de sufrir de carencias nutricionales como consecuencia del bajo aporte de proteínas, carbohidratos complejos, grasas saludables, vitaminas y minerales.

Para disminuir la presencia de las calorías vacias en nuestra dieta conviene limitar la ingesta de los siguientes productos al mínimo y volverlos “alimentos de consumo ocasional y moderado”.

Alimentos ricos en azúcares, aquí se incluye el azúcar de mesa y todos aquellos alimentos que la contienen en cantidades abundantes como mieles, mermeladas, cajetas, así como aquellos alimentos a los que se les agrega durante su proceso de elaboración como los dulces, chocolates, gelatinas y postres.

Bebidas azucaradas como refrescos y jugos envasados, los cuales pueden contener entre 25 a 40 g de azúcar por envase, y las bebidas energéticas para deportistas, cada vez más comercializadas y utilizadas, a base de agua, azúcares y sales minerales con el objetivo de ayudar al proceso de rehidratación. El consumo de estas últimas fuera del contexto deportivo favorece el desarrollo de sobrepeso debido a su alto contenido de azúcar.

Bebidas alcohólicas con alto contenido de alcohol y pocos nutrimentos, el alcohol es un componente energético que aporta 7 kcal/g. Un excesivo consumo de alcohol disminuye el aprovechamiento de nutrimentos que aportan los alimentos como hierro, vitaminas del complejo B, calcio, entre otros, al punto de causar carencias y desnutrición.

Botanas fritas saladas, bagels, panecillos y donas con un alto contenido de grasas saturadas y grasas tipo trans consideradas las más perjudiciales que existen, y con un muy bajo aporte de vitaminas y minerales, escasa fibra, pocas proteínas y otros nutrimentos, por lo que conviene limitar su consumo al mínimo.

Así que lo importante además de la cantidad, es la calidad de las calorías que se ingieren. Procure que las que esté consumiendo tengan una alta densidad de nutrimentos, es decir sean lo más nutritivas posible.



Irma Vélez es nutricionista. Licenciada en Ciencias de la Alimentación

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