“A nuestras hijas las debemos convencer a que se olviden del “príncipe azul” de los cuentos. Crear conciencia y forjar una mente con ideas de independencia, creer en sus potenciales, en quiénes son, y claro, tener sus propias cuentas de banco”, dijo la sindicalista Dolores Huerta en entrevista con El Tiempo Latino.
Acabar con la violencia, erradicar la pobreza, fortalecer el acceso a la justicia, además de la igualdad de salarios son algunos de los temas que siguen predominando en la agenda de las mujeres en países desarrollados y en camino al desarrollo. Huerta celebra el lema de Naciones Unidas en el Día Internacional de la Mujer (el 8 de marzo): “Igualdad para las mujeres: progreso para todos”.
“Tenemos más mujeres estudiando para ser doctoras, ingenieras, arquitectas y aunque el machismo, el racismo y la violencia aún siguen latentes y se manifiestan en diferentes formas, nuestras mujeres están más preparadas para enfrentarse y dar la lucha”, agregó.
Dolores Clara Fernández Huerta, su nombre completo, nació el 10 de abril de 1930 en Dawson, Nuevo México. Su padre Juan Fernández trabajó en el campo y la minería y llegó a ser legislador. Pero es a su madre Alicia, a la que le debe todo el esfuerzo y educación de ser quien es.
“Mi madre llegó a tener dos trabajos al mismo tiempo para darnos una buena educación. Además, nunca dejó de ayudar a su comunidad, que la convirtió en una líder querida y respetada” dijo.
Huerta se hizo maestra, pero al ver llegar a algunos de sus alumnos con hambre y sin la ropa adecuada, lo dejó todo para dedicarse a organizar a los trabajadores del campo y ayudarles a salir de la pobreza.
Fue en 1955, que junto con el activista Frank Ross iniciaron el Capítulo Stockton de la Organización de Servicio Comunitario para ayudar a mejorar la situación económica de los trabajadores. En 1960, ayudó a fundar la Asociación de Trabajadores de la Agricultura y en 1962, junto con César Chávez y su esposa Helena fundaron la Asociación Nacional de Trabajadores del Campo.
“No teníamos dinero pero logramos hacer cambios a las leyes para proteger a los campesinos. Nuestra victoria más grande fue en 1986, cuando 1,4 millones de trabajadores del campo fueron legalizados por una ley de amnistía”, recuerda.
Huerta de 84 años y madre de 11 hijos, es la presidenta de The Dolores Huerta Foundation y sigue en la lucha.
Ha recibido homenajes innumerables entre los que se encuentra el haber sido nombrada en la lista de las “100 Mujeres más importantes del siglo XX”, formar parte del “National Women’s Hall of Fame” y en 2012, Huerta recibió de manos del presidente Barack Obama, la “Medal of Freedom”, el máximo honor civil que se concede en EE.UU.
Dentro de su lista de honores, se deben incluír las más de 22 ocasiones en que Huerta ha sido arrestada por participar en manifestaciones no violentas.
La creadora de la frase “¡Sí se puede!”, se siente muy orgullosa de ser mujer y de declararse feminista.
“Las mujeres deben perder el miedo a pedir el salario que piensan es justo. Debemos distinguirnos en que las mujeres nos podemos ayudar unas a otras. Una feminista lucha por los derechos de los inmigrantes, por los derechos del medio ambiente, por los derechos de la gente trabajadora”, enfatiza.
“Existen hombres feministas, aquellos que luchan a favor de los derechos de la mujer y a la no violencia”, concluye.