Entre el 10 y el 16 de marzo se celebró la semana mundial del cerebro.
Si bien los expertos recomiendan dedicarle al cerebro toda la atención posible, más allá de celebraciones como la organizada por Dana Foundation.
La consultora especializada en neurociencia aplicada, SharpBrains, enfatiza la importancia de mantener y entrenar las funciones cerebrales.
SharpBrains acaba de presentar el libro “Cómo invertir en su cerebro”, en el que se resalta que hace falta “mucho más que memoria o inteligencia para disfrutar de nuestras vidas por lo que es importante aprender cómo mejorar y mantener una variedad de funciones cerebrales”.
“Al igual que todo conductor de coche tiene que aprender el manejo de las partes fundamentales de su vehículo, como acelerar, frenar, leer el velocímetro o echar gasolina, lo mismo ocurre con el cerebro” explicó a El Tiempo Latino Álvaro Fernández, co-autor de “Cómo invertir en su cerebro” junto al neurocientífico Elkhonon Goldberg.
Según Fernández, “mejorar la salud y el rendimiento del cerebro comienza con una comprensión básica de cómo funciona y evoluciona a lo largo de la vida”.
“Estamos tan acostumbrados a que nuestro cerebro funcione sin problemas y de forma automática que no nos tomamos mucho tiempo para pensar qué está pasando debajo”, aclara el co-autor del libro, quien fue nombrado líder joven mundial en 2012, un reconocimiento que otorga el Foro Económico Mundial.
Primero de todo, hay que aclarar que no todas las actividades utilizan las mismas funciones cerebrales
Por ejemplo, aunque se piense que caminar, comer o hablar de un libro son cuestiones naturales que el hombre realiza de manera fácil, todas y cada una de estas actividades se llevan a cabo, tal y como demuestra el conocimiento científico, a través de una serie de funciones diferenciadas del cerebro.
Por ello, es necesario conocerlas, de cara a mejorar esos procesos.
La primera de esas funciones es la memoria de trabajo, la que se utiliza para resolver, por ejemplo, problemas matemáticos en los que hay múltiples unidades de información. La memoria de trabajo las manipula para resolver realmente el problema.
En otras palabras, interpreta y aplica la información en “tiempo real “ para llegar a una solución. Es, sin duda, un ingrediente fundamental para el aprendizaje y la toma de decisiones.
El control de las emociones es fundamental
Otra función esencial del cerebro es la conocida como la autorregulación emocional, la que permite controlar, por ejemplo, el enfado.
Así, por ejemplo, cuando uno está discutiendo un proyecto importante con su jefe, la presión por obtener un buen resultado, combinada con la necesidad de contenerse y no enfadarse, hace muy difícil pensar y argumentar objetivamente.
Esto se debe a que las emociones y la cognición están íntimamente conectadas.
El control y el manejo de las emociones (incluyendo el estrés y el enfado) son vitales para el desempeño exitoso de cualquier tarea.
Por otro lado, el cerebro puede concentrar la atención en una o múltiples actividades.
Puesto que la atención humana es limitada, tratar de dividirla en muchas tareas, conduce inevitablemente a cometer errores.
Éstas son algunas de las funciones del cerebro, pero hay más.
El hecho de que el cerebro sea lo que nos permite interpretar la información sensorial o secuenciar un trabajo, que sirve, por ejemplo, para dividir un trabajo de menor a mayor.
El cerebro tiene también otras capacidades como la de la inhibición, que es la que permite abstenerse de comer una barra de chocolate cuando uno está a dieta. Todas ellas están descritas, para expertos y curiosos, y al detalle en el libro “Cómo invertir en su cerebro: una guía de SharpBrains para mejorar su mente y su vida”.