
Victoria Jaggard, de la revista Smithsonian, sostiene un gusano de seda.
Científicos, entomólogos y personal del Smithsonian, ofrecieron recientemente a periodistas una muestra de especímenes vivos que incluyeron grandes cucarachas, tarántulas y pasivos gusanos verdes fosforescentes.
El recorrido tuvo lugar en el departamento de entomología del “Zoo de Insectos” del Museo de Historia Natural, localizado entre las calles 10 y Constitution, al noroeste de DC, que fue creado hace más de 30 años.
El Smithonian abrirá sus puertas el 20 de septiembre para celebrar “La vida de los insectos” de 10 a.m. a 3 pm, para hacer demostraciones sobre la alimentación de las tarántulas, manualidades y actividades en español, que permitirá que los visitantes aprendan más sobre los insectos y mariposas de América Latina.
Científicos como Dan Babbit, Manager del Zoo de Insectos; Lourdes Chamorro, investigadora en entomología del Departamento de Agricultura (USDA) y del Museo Nacional de Historia Natural, y Terry Erwin, investigador supervisor en entomología, explicaron cómo utilizan las colecciones para investigar especies que llegan en los embarques de productos agrícolas a fin de determinar si son peligrosas.
El científico Babbit sostuvo que las tarántulas son mucho menos peligrosas que lo que cuentan las películas.
Entre los expertos estuvo la salvadoreña Rosa Pineda, técnica y fotógrafa del Zoológico de Insectos, quien indicó que comenzó a trabajar como voluntaria en el Smithsonian. “Luego me contrataron”, dijo Pineda, quien durante el recorrido tomó en sus manos con mucha facilidad una tarántula chilena, luego un gusano verde de seda de México y después explicó los nombres científicos de algunas de las mariposas.
En la sala de las mariposas más de 60 especies, incluyendo la mariposa Búho y Morfeo azul de Centroamérica, revolotean entre las flores, se posan sobre las cabezas de los asistentes o disfrutan su alimento favorito, que es la fruta.
El Museo de Historia Natural recibió en 2013 a 7,4 millones de visitantes, que además de los esqueletos gigantescos de dinosaurios les interesan también los diminutos insectos, aunque hay otros que son mucho más grandes.
En las oficinas y almacenes trabajan los investigadores rodeados de millones de ejemplares de todo tipo de insectos, catalogados y pinchados con los tradicionales alfileres en los cajones.
La científica Chamorro, de origen nicaragüense, dijo que una de las funciones del Gobierno de Estados Unidos es revisar cualquier insecto que llega a los puertos del país y constatar que no es peligrosa. La reciente llegada del “barrenador esmeralda del fresno”, un pequeño escarabajo verde asiático que provocó graves problemas en los bosques de fresno en EE.UU y Canadá, le obligó a viajar hasta el sudeste asiático para rastrear sus orígenes.
Con información de EFE