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María Gómez, fiel a su comunidad

CONDECORACIÓN. María Gómez fue condecorada por el presidente Barack Obama con la Medalla Presidencial al Ciudadano.


           
   

Cortesía Mary's Center

CONDECORACIÓN. María Gómez fue condecorada por el presidente Barack Obama con la Medalla Presidencial al Ciudadano.

Cuando en 1988, la enfermera colombiana María Gómez decidió fundar la clínica Mary’s Center en Washington, DC, su sueño era ayudar a las mujeres necesitadas que llegaban a Estados Unidos huyendo de la pobreza y los conflictos bélicos y sociales en Centroamérica. La meta no era fácil de cumplir. Gómez sólo contaba con un presupuesto de $250.000 que le aportó la Oficina de Asuntos Latinos de la Alcaldía de DC. Pero su tenacidad y vocación por servir a sus semejantes la inspiraron a hacer realidad su proyecto, motivada por las historias de su comunidad. Los resultados no han podido ser más alentadores. De aquellos 200 pacientes que atendió la pequeña clínica en 1988 con ocho empleados, hoy Mary’s Center se ha convertido en uno de los centros de salud más icónicos del Gran Washington, con un presupuesto de $46 millones, seis dispensarios, dos unidades móviles, más de 500 empleados y unos 36 mil pacientes. Esos logros junto al equipo de Mary’s Center,  le merecieron a Gómez ser condecorada en 2012 por el presidente Barack Obama con la Medalla Presidencial al Ciudadano.

ESPERANZA. María Gómez (izq.) ha dedicado su vida al servicio de las personas necesitadas.


           
   

Cortesía Mary's Center

ESPERANZA. María Gómez (izq.) ha dedicado su vida al servicio de las personas necesitadas.

Margaret Guilarte-Silva, de 12 años y alumna del séptimo grado de St. Patrick’s Episcopal Day School en Washington, DC, entrevistó a Gómez para la elaboración del trabajo “Humans of St. Patrick’s”, un proyecto académico en la materia Religión y tradujo la entrevista al español para los lectores de El Tiempo Latino.

¿Por qué decidió que quería apoyar esta causa?

Cuando fundamos Mary’s Center hace 28 años yo estaba preocupada por esas mujeres que venían embarazadas desde sus países o se embarazaban al llegar aquí, la mayoría  de ellas habían sufrido mucho al cruzar la frontera entre México y Estados Unidos y no tenían familia en Washington. Ellas tenían que comenzar a trabajar porque necesitaban mandar dinero a casa. Era muy difícil para ellas y ésa fue mi motivación principal. Yo era una enfermera que ejercía en DC y decidí que tenía que abrir algún centro que respondiera a las necesidades de esas mujeres.

¿Cómo se siente trabajando con estas personas?

Me siento muy privilegiada de servir a una comunidad que es tan humilde, resistente y con mucha fortaleza. Son personas que solamente necesitan un poco de ayuda y después hacen milagros con sus vidas. Para mí es un privilegio. Muchas veces es triste por las historias y sufrimiento de la gente. También es reconfortante porque ves a gente entrar al centro en condiciones horribles y en pocos meses se mejoran. Sus hijos crecen y son mucho más sanos, profesionales y mejores personas. Mucha de la gente que nació en el programa hoy trabajan para el Mary’s Center. Eso es muy importante para mí.

¿Influyó su infancia en su manera de ver la vida y en la decisión de apoyar esta causa?

Mi infancia sí me afectó. Yo vine deColombia y tuve que salir de allá por la violencia. No soy una persona de muchas necesidades y no tenía tanto dinero cuando estaba en Colombia. Venir a este país me ha permitido tener una educación. Fui a la universidad y obtuve mi maestría. Siento que yo tuve tantas oportunidades que tenía que devolverle algo a nuestra comunidad. Aprendí que puedes triunfar en este país. Yo he podido tener una vida buena, enviar a mi hijo a la universidad y hacer el bien en la comunidad. Y eso es genial.

¿Hubo alguna vez en su vida cuando pensó que tenía que fundar el Mary’s Center?

Creo que sí hubo una vez. Hubo muchos momentos pero creo que hay un momento en específico. Había una mujer a quien le habían matado al marido en El Salvador. No tenía familia. Toda su familia murió durante la guerra. Ella había sufrido muchos traumas. Era una muchacha pequeña y nunca tuvo una educación. Ella vino a los Estados Unidos para escapar de la guerra. Escuchar su historia fue muy importante para mí. En ese momento, yo me pregunté ¿Oh Dios mío, cómo puedo trabajar para el gobierno y no hacer nada?. Sabía que yo podía hacer más, mucho más. Su historia era muy irresistible y me di cuenta que su historia era igual a la de mucha gente. Esa historia me ayudó a decidir hacer algo diferente y fundar a Mary’s Center.

¿Cómo ayudan a las familias con bajos ingresos que vienen a Mary’s Center?

Ellos vienen para cuidados de salud o tienen problemas sociales. Problemas con el matrimonio, no saben hablar inglés, de inmigración o con los hijos. Quizás los hijos tienen problemas de salud difíciles o necesitan ayuda o sus adolescentes están en problemas con la ley. Entonces vienen aquí por necesidades sociales. También vienen aquí porque quieren aprender inglés, quieren continuar su educación y estar bien en este país. Eso comienza aprendiendo el idioma y obteniendo un título de un instituto o algún tipo de educación. Tenemos doctores, dentistas, trabajadores sociales y también hacemos visitas a casa. También estamos asociados con una escuela chárter, que les enseña a los niños inglés y carreras diferentes.

¿Cobran por los servicios o las personas pagan sólo cuando tienen suficiente dinero?

Muchos de los servicios sociales son gratis. Todos los servicios educacionales son gratis. Nosotros cobramos por los programas médicos, dentales, mentales y de salud física. Si las personas tienen seguro, entonces cobramos al seguro.  Si las personas tienen MediCaid, el seguro para gente de bajos recursos, nosotros también los atendemos. Si el paciente no tiene hogar ni trabajo o simplemente no puede pagar, lo atendemos gratis.

¿Cómo se entera la gente sobre Mary’s Center?

Generalmente, las personas pasan la voz de buenas experiencias. Dicen “Oh, ¿dónde fuiste para cuidado de salud?” “Yo fui a Mary,s Center” y “Oh, ¿dónde fuiste para servicios pediátricos?” “Yo fui a Mary’s Center”. Y así preguntando sobre otros servicios la gente pasa la voz.

También, ahora que tenemos bastantes cosas en las redes sociales como Facebook, Instagram y otras más.

Nosotros ponemos cosas para que la gente sepa que existimos. También usamos a los periódicos. Creo que ponemos un articulo por mes. Dejamos que la gente sepa qué hacemos en el Mary’s Center. También tenemos publicidad en Univisión, Telemundo y NBC 4.

Es muy costoso hacer publicidad y mercadeo porque no contamos con suficientes recursos. Lo que podemos tener lo hacemos con publicidad gratis y personas que escriben para periódicos.

¿Ustedes planean ampliar más Mary’s Center o les gusta como está?

Creo que ahora que tenemos seis locales, hemos crecido mucho. Vemos a 36.000 personas al año y tenemos un presupuesto de 46 millones de dólares. Ahora que tenemos seis sucursales en Maryland y en el Districto de Columbia, no tenemos que crecer tanto.

Creo que vamos a enfocarnos más en los programas y en una tener buena calidad y ver a la gente que necesita ayuda en los sitios que tenemos.

¿Cuál es la parte favorita de su trabajo?

Hablar con personas como usted es una de mis partes favoritas. Me gusta inspirar. Creo que estoy en la etapa de mi vida que he aprendido tanto y soy muy privilegiada. Es tiempo que la gente comience a alentar a otros de entrar al campo de la salud o convertirse en un dentista, un doctor, un maestro, un trabajador social. Tengo esperanza que la gente joven vea lo que yo he hecho con Mary’s Center y diga ‘Wow, yo quiero hacer eso”. Entonces eso en una parte favorita de mi trabajo. Otra cosa es saber que tenemos un grupo de empleados extraordinarios trabajando en Mary’s Center. También me gusta hablar con mis clientes sobre cómo están, qué más necesitan y qué otras cosas ellos desean que Mary’s Center tenga. Es muy alentador escuchar a las personas hablando sobre eso.

¿Habla directamente con la gente que viene a Mary’s Center?

Sí. A menudo yo hablo con los clientes cuando voy a la recepción y les pregunto cómo están, si hay problemas que podemos arreglar o si hay algo más que podamos hacer, si lo estamos haciendo bien. Le digo hola a la gente, me presento, les digo quien soy y les dejo saber que yo manejo las operaciones del día a día.

—Margaret Guilarte-Silva es estudiante de séptimo grado en St. Patrick’s Episcopal Day School en Washington, DC. La página web elaborada por la alumna es: http://guilartesilvam.wixsite.com/humans-of-stpatricks  

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