
DATO. Al menos 30% de los becados de American University son estudiantes latinos
Al menos 30% de los beneficiarios del Programa de Becados Distinguidos “Frederick Douglass” de American University ubicada en Washington DC, es latino. A pesar de que en la actualidad solo pueden aplicar ciudadanos americanos, es una ventana abierta para que los jóvenes descendientes de hispanos puedan realizar un bachillerato completamente gratis.
No solo se trata de ir a la universidad sin tener que pagar la carrera, sino que además, los gastos de alimentación, libros, transporte e incluso la vivienda son cubiertos por la casa de estudios, mientras que se brindan distintas actividades extracurriculares e incluso, la posibilidad de ir a otro país a aprender su idioma.
La iniciativa que empezó en 2009 es dirigida por Larry Thomas, uno de los líderes más influyentes dentro de la educación superior americana en la actualidad. “Es un programa de desarrollo de liderazgo, formamos líderes sociales responsables, mientras preparamos a los estudiantes para que se gradúen de su escuela profesional”, afirma el Director General, mientras que enfatiza que parte de las herramientas que brindan ayudan a los becados a obtener el mejor trabajo al graduarse.
Aunque esta oportunidad beneficia a diversos jóvenes sin importar su raza, Thomas cree que en el caso de los hispanos, la formación que reciben los ayuda a enfrentar sus problemas y retos particulares. En otras palabras, a luchar por su comunidad como profesionales calificados que pueden brindar aportes significativos.
Por supuesto, un buen registro de notas en la secundaria es fundamental, pero además de eso, según explica el académico, al aplicar al programa en línea un factor de peso es la originalidad. En una primera fase se prepara un ensayo inicial, para pasar a otra ronda en la que se debe realizar un video y finalmente la entrevista de admisión. Los requisitos detallados están en el sitio web american.edu.
Cinco historias, un objetivo
Si bien la educación universitaria en EEUU se caracteriza por ser costosa, siempre existen posibilidades para entrar en el sistema si hay motivación y excelencia educativa durante la escuela secundaria, más aún si se trata de jóvenes latinos con ganas de progresar. Al menos, en eso coinciden Fernando Rocha, José Israel Cruz, Stephanie Vela, Nallely Mejía y Falon Domínguez.
En un mar de ideas, sueños, retos y logros; desde Rocha, seleccionado recientemente por el programa para iniciar sus estudios en Producción de Videos, pasando por Cruz, quien alcanzó la mitad de su carrera en Química y Sustentabilidad en Negocios, hasta llegar a Vela y Mejía, graduadas de sociología, así como Domínguez quien obtuvo su bachillerato en Economía y Estudios internacionales, estos jóvenes hispanos becados, quizás no hubieran tenido la oportunidad de hacer sus carreras si no se hubieran atrevido a aplicar.
“Nunca tuve que levantarme temprano para ir a trabajar en un rancho o recoger uvas en California. Gente mucho menos afortunada que yo ha ido a la universidad y hecho cosas grandes. Si te lo propones, lo vas a lograr. Lo primero que hay que derrotar es el miedo y la predisposición. Por ejemplo, decir que no puedo porque soy pobre o no soy blanco. Una vez que se venza ese miedo, puedes encontrar oportunidades”, asegura Rocha, nacido en Arlington, Virginia y de padres mexicanos. Él quiere crear cambios en la comunidad hispana a través de la producción audiovisual en un futuro cercano. “Lo más importante es educar a la gente sobre lo que está pasando, contar historias que ellos no han escuchado de otras formas”.
En cuanto a su compañero Cruz, cuando habla, brota la pasión por lo que estudia y su conocimiento resalta. También quiere generar cambios desde su área de interés: el medio ambiente. “Quisiera poder erradicar la noción del siglo XX de la basura, que los desechos son algo que ocurren todos los días, que debemos llevarlos a un vertedero y dejarlos ahí. En EEUU las comunidades hispanas, afroamericanas e indígenas son las más afectadas por estos vertederos. En Puerto Rico – de donde proviene -, es un problema serio y ha empeorado con la crisis fiscal. Quiero encontrar soluciones innovadoras que puedan crear riqueza con la basura de otra gente”, dice.
Mejía y Vela graduadas de Sociología en 2014 y 2016 respectivamente, ahora dan testimonios de superación. La primera es estudiante de un doctorado en su misma área y la segunda es profesora de una escuela media (Middle School) en San Antonio, Texas.
Nallely, considera que “si encuentras algo que te interesa y lo ves como una meta muy lejana, solicita la beca de todas maneras, eso es lo que he hecho hasta ahora. Traté de buscar gente que me pudiera ayudar. No se debe tener miedo de pedir ayuda. En mi experiencia, mis papás no tuvieron la oportunidad para seguir estudiando en México, pero me apoyaron mucho. Ahora, están muy contentos”.
“Yo siempre digo que la beca me abrió los ojos a un mundo profesional que no conocía. En este proceso aprendí de mí misma y supe cómo progresar. Doy gracias al programa y los consejos de nuestro director Larry Thomas. Yo pude estudiar en Brasil y aprender el idioma portugués. Conocí la cultura del país y viajé a diferentes partes de Sao Paulo”, comenta Stephanie, quien nació en California, pero es hija de padre salvadoreño y madre mexicana.
El objetivo siempre es el mismo para todos los becados hispanos: triunfar y aportar a su comunidad. Saber que más allá de las limitaciones, sí se puede lograr el éxito, es una satisfacción para ellos. Así también lo demuestra Falon, quien en la actualidad es Directora de Gestión de Subvenciones en Google.org, el lado filantrópico del gigante tecnológico, que prácticamente es sinónimo de la palabra “internet”.
Domínguez, hija de padre cubano y madre de inglesa, nunca imaginó que podía ser becada, pero igual aplicó. Hoy día, como muchos de sus compañeros egresados de su casa de estudios bajo el mismo programa, escribe su propia historia de superación.