Funcionarios electos, activistas y residentes del Distrito de Columbia se mantienen en pie de lucha contra lo que consideran una intromisión del Congreso, bajo el control de los republicanos, en los asuntos de la ciudad.
Manifestantes que participaron en una protesta denominada “Hands off D.C.” el lunes 13 de febrero expresaron que la gran mayoría de los 700 mil residentes de la capital votaron el año pasado a favor de la estadidad, lo cual en caso de concretarse les daría representación con voz y voto en el Congreso.
Sin embargo, denunciaron esfuerzos del Representante republicano de Utah, Jason Chaffetz, quien intenta ignorar leyes aprobadas por el Concejo y promulgadas por la Alcaldesa Muriel Bowser.
“Las amenazas del Congreso republicano de querer anular leyes de Washington D.C. no es nada nuevo, ya ha ocurrido en varias ocasiones, lo que es nuevo es la frecuencia de los ataques a nuestras leyes locales”, dijo a El Tiempo Latino el Representante de DC a la Sombra (similar a un miembro de la Cámara de Representantes pero no reconocido como uno por el gobierno federal) , Franklin García.
“En las últimas semanas, hemos visto ataques en contra de ley local para las armas de fuego, para el derecho de uso de anticonceptivos, para el uso de la marihuana, y el más reciente ataque es en contra a la ley de muerte con dignidad, que fue firmada en diciembre por la Alcaldesa Muriel Bowser”, indicó.
García subrayó que “los republicanos deben de ir a sus estados y legislar en sus jurisdicciones, y dejar a Washington D.C. en manos de los legisladores que son electos por los ciudadanos del Distrito”.
El legislador Chaffetz, Presidente del Comité de Supervisión y Reforma del Gobierno, ha puesto en marcha un plan para desmantelar la ley que permite el suicidio asistido.
Asimismo, intenta bloquear el plan de la ciudad para utilizar fondos públicos en asistencia a indocumentados que enfrentan la deportación.
Lo que ha frustrado más a los residentes de la ciudad son declaraciones recientes del congresista, quien indicó que la mejor manera de que D.C. obtenga un voto en el el Congreso sería por medio de su unión al estado vecino de Maryland.
Chaffetz, quien es mormón, también enfrenta protestas en Utah, donde los electores lo han cuestionado por no investigar el manejo financiero del Presidente Donald Trump.
“Todo lo que hago no es debido a motivaciones políticas, lo hago porque es correcto”, dijo Chaffetz a periodistas.
El presidente de la organización Latinos for D.C. Statehood, Héctor Rodríguez, dijo que los residentes de D.C. han luchado por muchos años “por la libertad política” y han sufrido la violación a sus derechos de participación política pese a que pagan impuestos. La estadidad, que es la meta de que D.C. se convierta en el estado 51 del país, “es la única manera que nos garantiza nuestros derechos en el Congreso. Por ahora estamos resistiendo, organizándonos, somos una ciudad santuario que defiende los derechos de inmigrantes de todas partes del mundo”, enfatizó Rodríguez.