
Maya Terrell, a la derecha, camina con Lamarr Morris en el centro comercial Arden Fair de Sacramento el 19 de junio.
Cuando Maya Terrell vio un anuncio en televisión contra el tabaquismo, supo que nunca probaría un cigarrillo.
El aviso presentaba a una ex fumadora con un agujero en su garganta, donde solía estar su laringe. “Yo dije ‘¡nunca!'” recordó Terrell, de 18 años. “Tenía miedo”. Además, fumar es simplemente asqueroso, dijo. “Mis amigos no fuman cigarrillos”, dijo Terrell, de Sacramento, California. “Es desagradable”.
Terrell es el emblema de una generación de adolescentes que parecen conocer más sobre los riesgos del tabaco, y están fumando menos que nunca.
Cuando los investigadores comenzaron a seguir de forma consistente el consumo de cigarrillos en 1999, el 29% de los estudiantes de secundaria reportaron haber fumado uno en los últimos 30 días. Eso se compara con el 8% en 2016, de acuerdo a los datos publicados recientemente por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
El uso reportado de cigarrillos electrónicos, conocido como vaping, también cayó por primera vez desde que comenzó a hacerse seguimiento del consumo de cigarrillo electrónico en 2011, cayendo de 16% en 2015 a cerca de 11% en 2016. Sin embargo, los estudiantes blancos no hispanos siguieron siendo más propensos a usar cigarrillos electrónicos que sus compañeros hispanos o negros no hispanos.
Al mismo tiempo, otra investigación sugiere que el consumo de marihuana en los niños aumentó: un posible signo de cambio en los gustos y hábitos.
Es conocido que fumar cigarrillos aumenta el riesgo de cáncer, enfermedades del corazón, apoplejía, enfermedades pulmonares y diabetes. El consumo de tabaco es “la principal causa de enfermedades prevenibles y muerte” en los Estados Unidos, según los CDC.
En generaciones pasadas muchos fumadores ignoraron las advertencias sobre los riesgos del tabaco en medio de la publicidad masiva de las compañías tabacaleras. Los adolescentes de hoy son más conscientes de los peligros y parecen no sorprenderse por los recientes descubrimientos de los CDC.

Juliet Brisson (izq.) y Angelina Campos charlan mientras hacen sus compras en el centro comercial Arden Fair de Sacramento el 19 de junio.
“Tengo miembros de mi familia que tienen muchas consecuencias por fumar”, explicó Juliet Brisson, de 15 años, mientras hacía compras en un centro comercial de Sacramento. “Las personas mayores solían fumar mucho y les aparecen los efectos a medida que envejecen. [Los adolescentes] probablemente están viendo lo que sucede y se están dando cuenta de que no deberían hacerlo”.
Angelina Campos, amiga de Brisson, dijo que observar lo que le ocurre a quienes fuman, así como las campañas contra el tabaquismo, pueden influir en su generación.
“La gente ve las campañas, están viendo las consecuencias, están viendo a otros morir por el consumo de tabaco”, dijo Campos, de 17 años.
California lleva tiempo liderando a la nación al restringir el acceso al tabaco y sigue haciéndolo más difícil y más caro de obtener. Recientemente la Junta de Supervisores de San Francisco aprobó una prohibición en toda la ciudad para la venta de productos de tabaco aromatizados, incluidos los cigarrillos mentolados. California también elevó la edad mínima legal para comprar tabaco de 18 a 21 en 2016 y los votantes decidieron con su voto el aumento del impuesto estatal sobre productos de tabaco a 2 dólares por paquete, al aprobar la Proposición 56 el año pasado.
Estas medidas ayudan a disminuir las tasas de tabaquismo en adolescentes, dijo la doctora Alison Chopel, directora del California Adolescent Health Collaborative del Public Health Institute.
“California es una especie de líder en la nación en términos de disminución en las tasas de fumadores. Creo que parte de eso ha sido el impuesto, y… la disponibilidad por edad, definitivamente hace una diferencia”, dijo Chopel. “Cualquier forma de restringir el acceso es definitivamente útil”.
Chopel encabeza un proyecto llamado Marketing E-Cigarettes Toward Adolescents Oakland (META Oakland), que emplea a jóvenes investigadores y periodistas para estudiar cómo se anuncian los cigarrillos electrónicos. Desde entonces se han diversificado para vigilar las tendencias con otros productos de tabaco.
META Oakland encontró que los sabores de cigarrillos eléctricos y otros productos, como Mango Tango y Watermelon Wave atraen a los adolescentes. Chopel dijo que a pesar de los recientes datos alentadores, los defensores del antitabaquismo deben “permanecer vigilantes” para contrarrestar la publicidad de las compañías tabacaleras.
Los cigarrillos electrónicos y otros productos con sabores son comercializados masivamente entre las minorías. Los CDC hallaron que las promociones de cigarrillos de mentol, en particular, se han “orientado fuertemente hacia los afroamericanos a través de imágenes y mensajes publicitarios adaptados culturalmente”. Casi 9 de 10 afroamericanos que fuman prefieren cigarrillos mentolados, dicen los CDC.
Los cigarrillos eléctricos son probablemente una opción más sana, pero no una alternativa ideal. Contienen nicotina, y los CDC dicen que pueden conducir a la adicción, dañar el desarrollo del cerebro y alentar el uso de otros productos de tabaco.
Un estudio reciente encontró que los fumadores de cigarrillos electrónicos y los de cigarrillos tradicionales tuvieron niveles de nicotina similares, pero los fumadores de cigarrillos electrónicos mostraron “niveles sustancialmente reducidos de carcinógenos y toxinas” en comparación con los fumadores de cigarrillos.
Mac Carroll, estudiante de Sacramento de 14 años, ve a sus compañeros fumando cigarrillos electrónicos en la escuela. Sugirió que los adolescentes pueden verse influenciados a usar el vaporizador porque está de moda.
“Si todo el mundo lo hace, simplemente quieres hacerlo tú mismo, ¿sabes?”, dijo Carroll.

Andy Knox revisa su teléfono en su casa en Davis, California, el 19 de junio.
Pero Andy Knox, de 16 años, residente de Davis, California, cree que la reciente disminución en los adolescentes que usan el vaporizador muestra que los cigarrillos electrónicos han superado su máxima popularidad.
Vaping es “generalmente, ampliamente, y culturalmente visto como bastante ridículo”, dijo Knox.
Muchos de los adolescentes entrevistados dijeron que la baja en el interés por los cigarrillos está estrechamente vinculada con el aumento en la popularidad de la marihuana.
“Generalmente, si hablas con la gente en la escuela, saben todas las cosas que causa el tabaco, como cáncer, y no ven la marihuana como peligrosa”, dijo. “Además, el efecto que tiene la marihuana es más placentero que el del tabaco”.
Aunque algunos adolescentes pueden creer que fumar marihuana no es tan peligroso como fumar cigarrillos, puede causar adicción, daño pulmonar, problemas para conducir, y trastornos de desarrollo del cerebro, según los CDC.
El año pasado California votó para legalizar el uso recreativo de la marihuana para los mayores de 21 años a partir de 2018. Knox piensa que el resultado también influyó en el comportamiento de los adolescentes.
“La gente probablemente tiene el instinto con la marihuana de que, ‘bueno, va a ser legal en unos pocos años, por lo que también podría empezar'”, dijo Knox.
Esta historia fue producida por Kaiser Health News, un programa editorial independiente de la fundación Kaiser Family Foundation.