Para muchos jóvenes el verano es una oportunidad para recreo y descanso después de un año de estudios lleno de exámenes y el tener que madrugar.
Sin embargo para algunos un verano puede incluir una experiencia que les cambiará la vida para siempre.
Muchos jóvenes de bajos recursos enfrentan obstáculos que les impiden tomar ventaja de oportunidades para desarrollarse que existen a su alrededor por falta de acceso a información, consejería y apoyo. Washington es una de las ciudades más competitivas en el sector laboral y para que nuestros jóvenes puedan superarse necesitan sacar ventaja de estas experiencias que aportan a su formación.
Además, hoy en día tener buenas notas no es suficiente para salir adelante. Para demostrar que son capaces de triunfar en el campo profesional, los jóvenes latinos locales necesitan experiencias que les ayuden a definir sus talentos y que los preparen para ser los líderes del futuro. Los empleadores y universidades ahora esperan que los postulantes tengan más sustancia en su currículo. Estas actividades o experiencia pueden hacer la diferencia para obtener un empleo y ser aceptados en la universidad.
Con las sedes del gobierno federal, importantes administraciones municipales y un gran número de organizaciones nacionales localizadas en un diamante de 68 millas cuadradas, en el área metropolitana de Washington, DC no hay escasez de oportunidades para jóvenes para desarrollarse.
El Congressional Hispanic Caucus Institute (CHCI) es un gran ejemplo de un programa que familiariza a jóvenes con el proceso legislativo del Congreso. Por ejemplo, Enrique Little de 16 años quien fue participante de CHCI en 2016, me habló de su experiencia: “Al conocer a los Representantes latinos del Congreso sentí que yo también podría ser Congresista”.
Este año Enrique fue aceptado a otro programa de verano en la Universidad de Georgetown bajo el auspicio del American Civil Liberties Union (ACLU) y esto no es una coincidencia. Virna Santos, madre de Enrique, invirtió mucho tiempo ayudando a su hijo a investigar y llenar solicitudes. “Todo cambió cuando le presenté a Enrique al programa de justicia social Young Men and Boys of Color del Presidente Obama. Por eso le interesó CHCI… Es muy importante que él conozca cómo funciona nuestro sistema político y saber cómo realizar un cambio”, dijo la madre de Enrique. Sin embargo, Enrique vive en Fresno, California. ¿Cuántos jóvenes que residen en el DMV se están perdiendo de estas oportunidades?
La Alcaldía del Distrito de Columbia tiene un programa de empleo llamado Summer Youth Employment Program (SYEP) que ha tenido éxito por 35 años desde su creación por el legendario Alcalde Marion Barry. También cuenta con otro programa de pasantías en oficinas municipales.
Conversé con Antonio Suárez de la Oficina de la Alcaldesa para Asuntos Latinos (MOLA, por sus siglas en inglés) para conocer más sobre de estos programas. “Hay dos vías para que los jóvenes trabajen o tengan la oportunidad de practicar en nuestra oficina. El programa de pasantías de la Alcaldesa Muriel Bowser es administrado por la Oficina del Alcalde para Talento y Nombramientos conocida en inglés como MOTA y el programa juvenil de empleo (SYEP) que se administra a través de nuestra oficina y el Departamento de Servicios de Empleo (DOES)”, dijo el funcionario.
El proceso para obtener pasantías es competitivo pues se basa en el número de pasantes que requiera cada una de las oficinas bajo la Oficina Ejecutiva del Alcalde. Por otro lado, el programa SYEP busca incluir a todos los jóvenes posibles. Estas agencias intentan incluir y colocar a jóvenes en diferentes agencias gubernamentales de DC para asegurarse que todos tengan la oportunidad de adquirir una valiosa experiencia laboral y ganarse un cheque de pago durante el verano.
En el caso de MOLA, la capacidad para hablar otro idioma, específicamente el español, es la clave. Nos dice Antonio que actualmente tienen un pasante que no habla español “pero estamos ayudándole a aprender y está apasionado por ayudar a la comunidad latina de DC. Después de todo, una pasantía es una oportunidad para obtener conocimiento”.
“El objetivo de los programas es proporcionar a los jóvenes la oportunidad de ganar experiencia en el mundo real y ver de primera mano los beneficios de ser parte de su comunidad”, añadió Antonio. Crear un compromiso cívico y evidenciar las diferentes necesidades que existen en diferentes comunidades, construir empatía y producir pensadores independientes y críticos, son algunos de los objetivos macro de estas pasantías.
Me parece que un verano “productivo” puede ser más “divertido” a largo plazo. Hoy en día todos los empleadores y las instituciones educativas piden experiencia. Por esa razón si a los jóvenes les hace falta experiencia práctica cuando están llenando solicitudes, esto podría afectar la elegibilidad para algún trabajo o programa. Este tema también impacta la escala salarial. Es muy importante que nuestros jóvenes, sus padres y consejeros exploren estas oportunidades.
¡Hagan un plan para un verano productivo! Quizás los programas de este verano pueden estar llenos pero aún está a tiempo para empezar un plan para el 2018.