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DC United promete cambiar de rumbo

Con la promesa de inaugurar en 2018 un nuevo parque en la capital con un “equipo competitivo” y bañado por la nostalgia de los jugadores que hace dos décadas ganaron la segunda Copa MLS para el club, el DC United jugó el domingo 23 su último partido en el viejo estadio RFK.

En medio de homenajes a leyendas del equipo, entre ellas los bolivianos Marco “El Diablo” Etcheverry y Jaime Moreno, el DC United concluyó 22 temporadas jugando en ese antiguo parque, una era en la que fue uno de los clubes más laureados de la MLS, pero también el más olvidado.

Después de ser el segundo mayor ganador de títulos en el fútbol norteamericano y único equipo profesional de la ciudad en ganar un campeonato en DC (Copa MLS de 1997 ante Colorado en el RFK), el United aún no ha podido tener su propio estadio, a diferencia de la mayoría de los otros equipos de la MLS, muchos de los cuales nunca han ganado nada. Clubes mucho más nuevos juegan en súper modernos estadios desde su inserción en la Liga.

Si bien DC United ganó las copas MLS de 1996, 1997 y 1999, tres de las primeras cuatro de una naciente liga que carecía del nivel de juego de la actualidad, su cuarta estrella la logró fue en el ya lejano 2004, una sequía de victorias con la que en esta temporada 2017 tocó fondo al finalizar de último en Conferencia Este.

“Vamos a descansar un par de días y luego me reuniré con Dave Kasper (el Gerente General) para comenzar a armar una plantilla competitiva para 2018”, dijo el técnico Ben Olsen, una promesa incesantemente repetida en las últimas 13 temporadas, pero también incumplida, dejando esperando a los desilucionados aficionados por el ansiado pentacampeonato.

Las decenas de miles de aficionados latinos que apoyaron al club en sus primeros años de gloria —especialmente bolivianos y salvadoreños— desde hace años brillaron por su ausencia de las tribunas del RFK. Y quién sabe si con el moderno Audi Field como nueva casa, ellos regresarán.

Solo basta esperar que el equipo y la ciudad finalicen a tiempo la construcción del Audi Field, mientras que Olsen y Kasper se las ingenian ante la dura misión de armar un equipo ganador. “Tenemos mucho trabajo por delante, pero estamos muy emocionados por lo que podemos hacer en este nuevo estadio”, expresó Olsen.