El primer gran golpe en la mesa y tal vez el más importante en la agencia libre de las Grandes Ligas lo dieron los Nacionales de Washington. Con los primeros pasos dentro del mercado de jugadores, los capitalinos se hicieron con los servicios del abridor zurdo Patrick Corbin, ex de los Diamondbacks de Arizona, con quien pactaron por seis temporadas y 140 millones de dólares.
La acción sacudió al mundo de las mayores, pues supuso un movimiento de larga data y un costo importante luego de que en la agencia libre de la pasada zafra se sintieran bostezos en un mar calmado que solo tuvo como situación destacada el toma y dame entre los Medias Rojas de Boston y JD Martinez, quien buscaba un contrato jugoso, pero terminó estampando su rúbrica por menos de lo pensado.
Ese hecho podía ser el inicio de un patrón común en la gran carpa; no obstante, para la clase que apunta a 2019 las cosas parecen ser distintas y con los matices de otros mercados, donde las chequeras debían aguantar más ceros de lo normal.
Apostar por el pitcheo
El movimiento que hizo la gerencia de los Nats no dista de lo que se presenta como la filosofía de la organización, pues dieron espacio a un abridor que este año demostró ser un posible as para alimentar una rotación que en la zafra quedó en deuda con aquellos que apostaban por este aspecto como base para poder colarse en la postemporada, pero cuya realidad fue otra al tropezar en repetidas ocasiones.
El 2019 de Corbin será de mucho conocimiento. Para él, la presión de ser el número uno en el cuerpo de abridores no existe, pues tendrá por encima a un veterano de la talla de Max Scherzer, de quien podrá aprender para hacerse una pieza más útil cuando le toque encargarse de ese puesto.
El siniestro dejó efectividad de 3.15 en 2018, la más baja en sus seis años de carrera, año en el que obtuvo 11 victorias y fue derrotado en siete oportunidades.
Adiós de Bryce Harper
Una cosa por otra. Así será vista la contratación de Corbin al menos que una sorpresa cambie por completo el guion de la agencia libre y los capitalinos. Con su llegada, queda casi asegurado que Bryce Harper no volverá a ponerse el uniforme de los Nacionales. Reportes señalaron que le hicieron ofertas hasta por 300 millones de dólares, pero el jardinero decidió rechazarlas.
De ser cierto, entonces la decisión de no volver ya estaba tomada, pues se establece ese monto como el indicado para un jugador de su talla. Lograrlo implicaría firmar un contrato por al menos diez campañas, pero que poco pesan para un joven de apenas 26 años de edad.
La labor también se traduciría como la distribución de la responsabilidad en el plano ofensivo. Con él en el lineup, era más que lógico señalarlo como el referente con el madero, la pieza encargada de dar los batazos importantes y de llevar a sus compañeros al plato; ahora, el presente dicta un curso completamente diferente.
Pese a que podría verse al joven Juan Soto, segundo en la carrera por ser Novato del Año en la Liga Nacional, como su sucesor, es momento de dejar que siga creciendo y desarrollando su juego en la pelota norteamericana. Así, para Dave Martinez y los coaches de la organización, la tarea durante la temporada muerta pasa por encontrar al bateador indicado para aparecer en el tercer o cuarto puesto del orden y convertirse en la grúa que remolque a otros hacia la goma.
Movimientos
Con la adquisición de Corbin, el mundo de las Grandes Ligas vio destaparse otra gran acción, en este caso por la vía del cambio, que le pone más picante al Viejo Circuito en 2019. Los Cardenales de San Luis acordaron con Arizona una transacción en la que reciben al estelar inicialista Paul Goldschmidt por el lanzador derecho Luke Weaver, el receptor Carson Kelly y el jugador de cuadro Andrew Young.
La salida del primera base rumbo a los pájaros rojos, así como la exploración de Corbin en la agencia libre decreta directamente el proceso de restructuración que vivirán a corto y mediano plazo los desérticos, que pondrán su foco en el desarrollo de piezas jóvenes para buscar competir en el futuro.
Por su parte, San Luis apuesta a un toletero consolidado con el que puedan luchar con los Cerveceros de Milwaukee y Cachorros de Chicago por el banderín de la división central.