Robert Lasnik, juez federal de Seattle, aceptó este martes la solicitud firmada por fiscales de ocho estados en donde se pedía el bloqueo de la distribución a través de internet de los planos para la impresión en 3D de armas.
La acción, de acuerdo con información de la agencia AFP, pone pausa a una polémica acción que aprobada por el gobierno del presidente Donald Trump.
En el documento original en el que participaron los funcionarios, calificaron como “arbitrario y caprichoso” el hecho que la impresión de armas en 3D pasase a ser una actividad de libre producción para personas con las herramientas.
“El momento de las armas descargables realmente comienza” colocó el portal con los detalles de la impresión, el cual pertenece a Cody Wilson, de Texas, y quien se apoyó en la Segunda Enmienda de la Constitución para llegar a un acuerdo con el gobierno norteamericano.
Los detractores, una vez conocida la noticia, no dudaron en aparecer.
“Es una locura dar a los delincuentes las herramientas para imprimir en 3D armas que son imposibles de rastrear y que no se pueden detectar, con solo apretar un botón”, comentó la fiscal del estado de Nueva York, Barbara Underwood.
Con la aprobación, despertaron alertas por la problemática en un país teñido por tragedias con armas de fuego y donde este asunto, a juicio de muchos, sumaba en una crisis que se intenta erradicar.