Un paciente de origen latino que habría adquirido una enfermedad de transmisión sanguínea tras curarse los dientes, levantó la alarma en el Departamento de Salud de Fairfax, en Virginia, sobre los dentistas que trabajan sin una licencia para ejercer.
Las autoridades del condado advierten a los residentes, especialmente la comunidad inmigrante, sobre los serios riesgos de salud asociados con los procedimientos dentales realizados por dentistas que no tienen la certificaciones adecuadas.
VOZ OFICIAL. El doctor Benjamin Shwartz, director de Epidemiología del Departamento de Salud de Fairfax.
“Recientemente identificamos a una persona con una infección de por vida en la sangre, quien recibió cuidado dental por parte de un proveedor sin licencia que atendía en el ‘basement’ de su casa en West Falls Church”, contó el martes 22 de mayo a El Tiempo Latino, el doctor Benjamin Schwartz, director de Epidemología del Departamento de Salud de Fairfax.
“En un sótano poco higiénico y sin las herramientas esterilizadas, incluso los mejores dentistas pueden causar más daño que bienestar”, añadió Schwartz.
Las autoridades de salud notificaron a la Policía para evitar que el dentista continúe dando servicios. “Los detectives están investigando este caso. Todavía sigue activo”, dijo el sargento Chris Sharp, vocero de la Policía de Fairfax.
Las autoridades no han dado a conocer la identidad del dentista ni tampoco la del paciente hasta que se termine la investigación. Solo confirmaron que ambos son hispanos. Tampoco dieron a conocer el tipo de enfermedad que desarrolla el paciente. “Estamos diciendo que es un individuo latino que adquirió una infección crónica muy seria en la sangre”, dijo el doctor Schwartz.
Potenciales pacientes en riesgo
Pese a que aún no se sabe a ciencia cierta si fue a través del cuidado dental que la persona se contagió, el doctor Schwartz advirtió que los pacientes que se hayan tratado con dentistas informales en el área de West Falls Church deben someterse a exámenes de Hepatitis B, Hepatitis C o VIH. “Éstas son infecciones muy serias que no presentan síntomas hasta después de años, por lo que incluso aquéllos que creen haber estado expuestos a un contagio pero no se sienten mal deberían hacerse el examen sólo por precaución”, manifestó el doctor Schwartz.
Medidas extremas de higiene
HIGIENE. La doctora Sandra Glikman, una dentista certificada para ejercer su profesión, muestra una bolsa con instrumentos esterilizados.
El cuidado bucal y dental requieren medidas extremas de seguridad, una política que profesionales en el consultorio Fairfax Dental, en la Ruta 50, dicen que toman al pie de la letra. “Nosotros esterilizamos todos los instrumentos que vamos a usar y los colocamos en unas bolsas individuales para cada paciente”, explicó la doctora Sandra Glikman, al mostrar el procedimiento. Después de usar los instrumentos, se los lavan profundamente y se los colocan en una maquina de ultrasonido con liquidos especiales que terminan desinfectar los instrumentos, luego lo colocan en bolsas individuales y selladas que son especiales, para después dejarlos en una máquina esterilizadora por cerca de 45 minutos.
“Cada bolsa tiene una marca de color antes y después de la esterilización para asegurar que los instrumentos fueron esterilizados y ahora estarían listos para ser usados nuevamente”, agregó.
Limpiar no es suficiente
Para matar todos los virus y residuos de bacteria que quedan en los instrumentos dentales se necesita de una máquina de esterilización, de otra manera ni el alcohol ni otros líquidos pueden erradicar los virus, explicó Glikman, “Esta es una manera segura de protección”, dijo la dentista. “Independientemente si el paciente tiene o no una enfermedad que se pueda transmitir en el procedimiento de cuidado bucal, siempre se toman las mismas precauciones. Por lo que usamos guantes, barbijos, y lentes de protección para el dentista, y lentes de protección para el paciente. Abrimos cada paquete con sus instrumentos esterilizados delante del paciente”, expresó Glikman.
Problemática a falta de seguro dental
El hecho de que una persona no cuenta con un seguro dental y que el cuidado bucal suele tener un costo muy alto, obliga en muchos casos a ciertas familias a acudir a profesionales que no tienen una licencia para ejercer en este país.
“Estamos conscientes de que muchas personas no cuentan con un seguro dental por lo que recurren a estos proveedores sin darse cuenta de que están arriesgando su salud”, manifestó el doctor Schwartz. De hecho, a nivel nacional 74 millones de personas no cuentan con un seguro dental, según cifras de 2016 de la Asociación Nacional de Planes Dentales (NADP, por sus siglas en inglés). La misma entidad dice que casi 2 millones de visitas a las salas de emergencia están relacionadas con problemas dentales.
“Esta es una situación crítica por eso hay clínicas comunitarias dentales que proveen cuidados primarios para las personas de escasos recursos o que no tienen una cobertura dental”, expresó Schwartz. “Lo ideal es que la gente acuda para cuidados de prevención sin esperar llegar a la sala de emergencia”, añadió el doctor.
Dentistas extranjeros necesitan certificación
“Entiendo que el proceso de sacar la certificación puede ser largo y tedioso, pero éste es necesario para poder ejercer bajo las leyes y con esto mantener la seguridad del paciente y el odontólogo”, indicó la doctora Glikman, inmigrante argentina. La experta recibió su diploma de dentista en su país e hizo la equivalencia en Estados Unidos. “Tuve que estudiar para pasar dos exámenes del ‘board’ y luego hacer mi residencia y certificaciones”, explicó. El proceso le tomó dos años y medio. Por ley todos los dentistas deben obtener una licencia para ejercer en el estado de Virginia y practicar medidas de higiene y salubridad con cada paciente.
Señales de riesgo
Las autoridades intentan educar a la población sobre los riesgos de atenderse con una persona que no cuenta con una licencia dental. Advierten que deben estar alertas a ciertas señales de prácticas poco seguras como:
• Si el dentista atiende en su casa en lugar de una oficina.
• Si no se lava las manos antes de ponerse los guantes y tocar su boca.
• Si usa jeringas, e instrumentos que no estén en una bolsa individual sellada y esterilizada, usualmente de color azul.
• Si no usa agujas descartables o no las abre delante suyo.
• Si el dentista usa equipo dañado, sucio o viejo durante el proceso de cuidado dental.
• Si no le provee información sobre cómo cuidarse después de una herida por un procedimiento, y cómo indentificar las señales de una infección.
