Salió desde atrás de una cortina negra al estilo de los grandes actores, se paró al lado de una poltrona roja a la izquierda de su anfitriona Nicole Quiroga, la presidenta de la Cámara de Comercio Hispana del Gran Washington, institución que lo invitó a DC a presentar su libro Stranger: los retos de un inmigrante en la era de Donald Trump.
Era el periodista mexicano Jorge Ramos, quien realmente no necesitaba mayor presentación, todos lo conocen, y no fue hasta que terminaron los aplausos que el prestigioso comunicador de Univisión pudo saludar a los asistentes y preguntarles “how is the lunch”, en referencia a un suculento salmón que ya saboreaban. Esta vez a Ramos le tocaba contestar las preguntas, todo lo contrario a lo que él hace todos los días.
Quiroga motivó a Ramos al comentarle que tenía la impresión de que en este país hay mucha gente que no está contenta con el hecho de que los hispanos serán la mayoría dentro de unos 25 años. Y Jorge no vaciló.
“En el 2044, todos los grupos, blancos, latinos, afroamericanos, africanos, asiáticos, van a ser minorías. Hacia allá es hacia adonde vamos”, dijo el comunicador mexicano. “Hay mucha gente que está muy incómoda con eso con la idea de que este país se va a convertir en minoría-mayoría o como otras personas dicen mayoría-minoría, eso no importa. Lo importante es que todos vamos a ser minoría. Creo que Donald Trump y algunos de sus seguidores tienen una idea nostálgica de Estados Unidos. Ellos quieren ir de regreso a 1965 y eso es imposible”, agregó.
“No importa lo que él (Trump) u otros hagan, Estados Unidos se convertirá en un país mayoría-minoría”, acotó Ramos. Luego recordó que el 29% de los latinos votaron por Trump. “Puede que ustedes no estén de acuerdo con eso pero es una realidad. Eso representa unos 3.6 millones de latinos. Algo está pasando en la comunidad latina, verdad?, pero hay que entender que tenemos diferentes puntos de vista. Puede ser que yo no esté de acuerdo con ellos, pero ellos tenían todo el derecho del mundo de votar por él”, dijo en alusión al fracaso de los latinos con Barack Obama, quien les falló dos veces con su prometida reforme migratoria. “Nosotros respetamos su opinión, ellos respetaron la nuestra y eso es lo que tenemos que hacer, no podemos hacerles a ellos lo que Trump me hizo a mí”, advirtió en clara alusión al incidente que tuvo con Trump cuando éste era candidato, al expulsarlo de una rueda de prensa y decirle “go back to Univisión, go back to México”.
“Creo que es muy peligroso cuando un líder ofende a las personas y no hay consecuencias. Cuando hay odio y un candidato a la presidencia dice que los mexicanos somos criminales hay algo errado”, fustigó.
Ramos reconoció que “en TV todo se puede lograr” y como Trump no le quería dar una entrevista tuvo que viajar con su equipo a Utah, donde fue el altercado, después de provocar a quien más tarde resultaría electo presidente. Quiroga recordó a Ramos que hay muchas personas en este país que no tienen una idea de las contribuciones que la comunidad latina hace a la economía. Si los soñadores o los beneficiarios de TPS son rescindidos, ¿quién creen que va a hacer el trabajo en esta nación?, preguntó la entrevistadora
“Estamos hablando de mil millones de dólares cada año que provienen de la comunidad latina. En este país los inmigrantes contribuyen con más de dos mil millones de dólares a la economía. Eso es mucho dinero. Y luego, incluso si solo reúnen a inmigrantes indocumentados, las contribuciones son mucho mayores que las que reciben en servicios y educación”, explicó.
Ramos admitió que emigró a EE.UU. por necesidad y dijo que cuando era pequeño nunca pensó que quería ser un inmigrante.
“Quería ser un jugador de fútbol, una estrella de rock o un astronauta. Yo quería ser muchas cosas. Nunca tuve en mente ser un inmigrante, porque no creces queriendo ser un inmigrante. Te obligan a ser un inmigrante. Hubiera sido genial para mí si hubiera podido quedarme en casa con mis padres y mis hermanos”, lamentó. “Estaba trabajando en la redacción de Miami cuando murió mi padre. Y no es normal que estés a miles de kilómetros de distancia cuando muere tu padre”, expresó.
“Me fui de México cuando tenía 24 años porque creo que cometí un error. En aquel entonces, México no era una democracia y no era posible criticar al presidente. En mi segundo informe como periodista de televisión, critiqué al presidente y me dijeron: ‘¿Estás loco? Nunca vamos a transmitir esto’. Y le pregunté por qué no, ha estado en el poder durante seis años y está decidiendo personalmente quién será su sucesor. ¿Por qué no podemos decir eso? Querían que lo reescribiera, no lo hice. Me obligó a leer algo, no lo hice. Entonces estaba sin trabajo, y este país me abrazó”, continuó.
“Este país me dio las oportunidades que necesitaba. Fui a UCLA para estudiar un curso sobre periodismo y televisión y cuando pensé que mi vida como periodista había terminado. Después de eso, fue Univision quien le dio un trabajo.
“Se suponía que debía estar aquí por un año, y han pasado 35”, dijo el periodista quien trabaja como presentador del Noticiero Univisión que se transmite en Estados Unidos y en 16 países de Latinoamérica.
Sobre los soñadores y sus familias, Ramos puntualizó: “Yo creo que vamos a prevalecer. Está sucediendo esta increíble revolución demográfica y, al final Trump no durará para siempre. Están aquí para quedarse. Algo muy interesante sobre los dreamers es que sus padres siguen una estrategia muy diferente”. Ramos aseguró que si los padres de los ‘dreamers’ no pudieron obtener una amnistía como lo que sucedió en 1986 porque era demasiado tarde para ellos “son una generación que se ha sacrificado por la próxima generación”.
Y también se mostró optimista. “Espero que al final podamos legalizar los 11 millones, pero si no podemos, recordaremos a todas las familias como la generación que se sacrificó por la siguiente”, concluyó.