ir al contenido

Latinas destacan clave para apreciar la diversidad

El pasado mes se llevó a cabo un panel con tres mujeres de origen afrolatino con el objetivo de destacar sus identidades, y hablar de las esperanzas y dificultades de una comunidad en proceso de inserción en una nueva sociedad. En el  encuentro realizado en el Museo de las Américas, el concejal del Ward 4 de DC, Brandon Todd fue el moderador y destacó que la capital de Estados Unidos es la anfitriona de muchas instituciones que contribuyen a la difusión cultural y de las artes, componentes innegables del tejido social.

Mariama Ciré Keita, experta en comunicaciones de las Naciones Unidas; Nyasha Laing, abogada y escritora; y, Sandra García, especialista en relaciones públicas, son tres mujeres con un mapa étnico-cultural que se dibuja en África y América Latina, orgullosas de sentirse latinas, pero al mismo tiempo con un sentido de pertenencia del país donde viven y crecen profesionalmente.

Las tres resaltaron el valor agregado de su polifacética y multicultural diversidad. Keita, por ejemplo, contó que ser la nieta del puertorriqueño Jorge Suffront Rivera, siempre la obliga a recapitular la historia de que no hay contradicción en ser la hija de un inmigrante de Guinea, y también ser una Rivera de Puerto Rico.

García llegó a Estados Unidos siendo niña, sin hablar una palabra de inglés. Producto de un adobado de razas donde predomina el negro del oeste africano y el indígena arawaka, sus primeras palabras fueron en español, en garífuna y en arawakan. Hoy en día es una profesional que navega entre el marketing y las relaciones públicas.

Las raíces de Laing se extienden hasta Belice y aunque es una destacada abogada que trabaja por los derechos humanos de las minorías en Estados Unidos, su agenda y sus anhelos tienen la mirada en la juventud beliceña. Como escritora sabe que la cultura siempre es la prenda infaltable que acompaña a los inmigrantes donde vayan. “Cultura también es tener instituciones que la protejan, recursos para desarrollarla y enriquecerla. De allí la importancia de organizaciones como Smithsonian Institution”, dijo.

Eso es justamente lo que hace el Museo de las Américas de la OEA, que a la par que sirvió de escenario para este panel sobre la faz etnográfica de DC. Sus paredes exhiben lo mejor de las artes que se crean al sur del Río Grande como por ejemplo, el arte primitivista de la nicaragüense Asilia Guillén, los cuadros costumbristas del hondureño José Antonio Velázquez, la reminiscencia colonial de uruguayo Pedro Figari o el paisajismo del haitiano Joseph Jean-Gilles.

El concejal Todd trajo a colación que para la administración de la ciudad es tan importante la cultura que se destinaron $35 millones para impulsar las artes; mientras Pablo Zúñiga, director del Museo, recordó que esta es la institución cultural más antigua que exhibe el arte contemporáneo de Latinoamérica, el Caribe y Estados Unidos.

Entre dos mundos

Herencia. El concejal del Distrito 4 de Washington, Brandon Todd, junto secretario general adjunto de la OEA, embajador Néstor Méndez, durante el panel para celebrar la diversidad de Latinoamérica.


   
   

Olga Imbaquingo

Herencia. El concejal del Distrito 4 de Washington, Brandon Todd, junto secretario general adjunto de la OEA, embajador Néstor Méndez, durante el panel para celebrar la diversidad de Latinoamérica.

La infancia y juventud no fueron etapas fáciles para estas mujeres. García recordó que su entramado multicultural en su niñez le provocó una lucha interna por encontrar una identidad, pero sabe a quién agradecerle la superación de esa época. “El sistema de educación y el acceso a programas de leguaje me ayudaron en esta transición”.

En ese forcejeo por encontrar un espacio, Keita pidió tomar en cuenta que Latinoamérica tiene tanta diversidad que no es justo creer que todos son iguales. “Tenemos muchas cosas en común y muchas diferencias y el desafío es encontrar una voz unificada”. La educación, según ella, es la llave para abrir la puerta hacia el saber de lo que es y lo que representa esa región. Tanto Laing, como Keita y García son el reflejo de otra faceta latinoamericana: la cultura afrolatina. Esto quiere decir que el sur no es racialmente uniforme.

El círculo de identidad se cierra con el sitio donde se vive. Como dijo García “mi casa es el lugar donde descansa mi cabeza y he logrado ser lo que soy”. Keita siente algo parecido, a la hora de elegir donde aportar ya que cree que hay que hacerlo primero donde se vive y luego a los otros lugares que completan su identidad. Laing en cambio, siente que vive aquí, pero Belice siempre estará entre sus prioridades.

Ninguna pasó por alto este tiempo de “asedio” a los inmigrantes. Es una época donde se ve el mundo en blanco y negro, se difumina el miedo, la incertidumbre y la confusión. Justamente ese el reto que destacan estas mujeres para los latinos: reforzar sus múltiples identidades culturales mientras buscan una sola voz.

Últimas Noticias