La Casa Blanca está considerando nuevamente activar planes que podrían volver a separar a padres e hijos en la frontera entre México y Estados Unidos, con la esperanza de revertir el creciente número de familias que intentan cruzar ilegalmente al país.
Una opción que se está considerando es que el gobierno detenga a aquellas familias solicitantes de asilo juntas durante un máximo de 20 días, y luego les dé a los padres la opción de permanecer en detención familiar con su hijo durante meses o años, a medida que avance su caso de inmigración. O que permita que los niños sean llevados a un refugio del gobierno para que otros parientes o tutores soliciten la custodia.
Esa opción – llamada “opción binaria” – es una de las varias que se están considerando en medio de la frustración del presidente Trump por la seguridad fronteriza.
Pues recordemos que el primer mandatario ha sido incapaz de cumplir su promesa de construir un muro fronterizo y poner fin a lo que él llama “atrapar y liberar”, un proceso que comenzó bajo administraciones anteriores, en el que la mayoría de las familias detenidas eran liberadas rápidamente para esperar las audiencias de inmigración.
Actualmente el número de familiares migrantes arrestadas y acusadas de cruzar ilegalmente aumentó un 38 por ciento, tan solo en el mes de agosto y ahora está en un nivel récord, según funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional.
Los altos funcionarios de la administración dicen que no están planeando revivir las caóticas separaciones forzadas llevadas a cabo por la administración Trump en mayo y junio, que generaron una enorme reacción política y que condujeron a una orden judicial para reunir a las familias.
Con información de The Washington Post