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Los Redskins ponen orden a sus prioridades

Cuando comenzó la temporada 2018 de la NFL, no hubo equipo con un arranque más sorprendente que los Redskins de Washington. El cuadro de la capital ganó dos de sus tres primeros encuentros con una férrea defensa, punto débil el pasado curso, haciendo ver que las lecciones habían sido aprendidas. Una de esas tres victorias fue contra los Packers de Green Bay, esperanzando aún más a los seguidores aborígenes, ilusión que se estiró hasta la segunda mitad de la campaña, cuando los resultados negativos invadieron su calendario.

Al llegar poco más allá de la mitad del calendario, con nueve de 17 juegos completados, no había equipo con mejor marca que ellos en la división Este de la Conferencia Nacional. Todo era risas y el destino parecía ser óptimo para una franquicia que apuntaba al éxito de otrora; sin embargo, poco a poco todo se fue disipando en la recta final, alimentando aquello de que lo importante no es cómo comienzas sino cómo terminas.

De esto se valieron tanto Cowboys de Dallas como Eagles de Filadelfia, quienes terminaron sumando os boletos a los playoffs en su zona.

El fracaso golpeó a los Redskins, pero la sensación no era tan negativa como otros años. A diferencia de rondas regulares en las que la derrota los acompañó de inicio a fin, esta vez hubo procesos para analizar, tanto buenos como malos, en pro de apuntar a una temporada 2019 con mayor coherencia en sus triunfos, sobre todo ante rivales directos para aspirar a trascender en el almanaque.

Pero más que un tema de dinámica y rendimiento, factores físicos pasaron factura a los capitalinos, impactados por las lesiones pese a que la disciplina es extremadamente desgastante. Bajas muy sensibles y por largo tiempo incidieron en el cambio de rumbo y su efecto al final de la ronda regular.

Sobre esto está puesto el foco de la gerencia y dirigencia de los aborígenes, quienes apuntan a cubrir los huecos en posiciones clave y cuya grieta dilapidó el juego cuyo norte eran los playoffs.

El mariscal de campo

En noviembre del año pasado, la disciplina se unión en una sola oración. En el compromiso que midió a Washington contra los Texans de Houston, Alex Smith sufrió una grave lesión. La imagen de la televisión pasó a las redes sociales y plataformas de video. En plena acción y mientras era capturado por la defensiva rival, el mariscal de campo sufrió una fractura de tibia y peroné en la pierna derecha. Fue sacado en camilla y operado días después. Hasta la fecha se desconoce siquiera si podrá volver a jugar.

La emergencia llevó a tomar en cuenta a varias piezas para sustituirlo, pero solo nombres que se barajaron para dar por finalizada la campaña.

En el fútbol americano esta es la posición más importante, de ahí la prioridad de la franquicia por moverse aun cuando faltan meses para que suba el telón de la 2019. En la lista de profesionales disponibles hay un atleta que destaca por temas más sociales que deportivos: Colin Kaepernick. El ex de los 49ers de San Francisco, apartado por arrodillarse mientras sonaba el himno de los Estados Unidos, podría volver este año al juego, siendo una apuesta con cierto riesgo para las organizaciones por su tiempo fuera del campo.

Geno Smith y el propio Mark Sanchez, quien fue adquirido tras la lesión de Smith, podrían ser de utilidad.

Ala cerrada

Un dilema que atrae las urgencias. En la capital estadounidense el tiempo parece correr más rápido por las necesidades y un ala cerrada lo es para el equipo. Tal vez se tome con menos importancia que en el caso del mariscal de campo, y con toda razón, pero reforzar este línea del campo es menester en las oficinas del FedEx Field.

Entre las piezas disponibles en el mercado no existen mayores nombres que atraigan a los más acomodados conjuntos, pues los que se declararon agente libre al bajar el telón de la 2018 ya firmaron sus respectivos acuerdos.

AJ Derby podría ganarse un contrato. Luego de los altibajos, pero con sensaciones buenas en Miami con el uniforme de los Dolphins, no sería descartable por completo. Lo propio para Neal Sterling, de los Jets de Nueva York, pese a que colectivamente lo del combinado e la Gran Manzana estuvo lleno de deudas desde el arranque de la campaña.

Receptor abierto

Un caso similar al anterior. No es tanto un tema para encender alarmas, pero los fanáticos de la divisa aborigen aplaudirían un rápido movimiento por parte de la gerencia para adquirir a un elemento que sepa conectar con el mariscal de campo.

El nombre de Dez Bryant destaca, un jugador probado y con talento entre los agentes libres disponibles, pero que carga la cruz de la indisciplina sobre su espalda.