Un grupo de médicos forenses ha denunciado una serie de supuestas ilegalidades en la formación académica de los futuros especialistas forenses, lo cual podría poner en riesgo algunos procesos judiciales.
Los aspirantes a ser médicos forenses realizan su preparación de especialización en Medicina Forense en el Instituto de Medicina Legal (IML) de acuerdo a un convenio con la Universidad de El Salvador (UES).
Los denunciantes -que solicitaron omitir sus nombres para evitar represalias- aseguran que el Instituto de Medicina Legal es un ente auxiliar de la administración de justicia para la aplicación de la ley y no es una institución de enseñanza académica tal como sucede en estos momentos.
Se remitieron al artículo 6 del Reglamento del Instituto de Medicina Legal donde están establecidas las atribuciones de la institución.
En materia penal, Medicina Legal es la encargada de practicar reconocimiento pericial de cadáveres, autopsias, exhumaciones seguidas de autopsias, reconocimiento de lesiones, aborto, delitos contra el pudor y la libertad sexual.
También le otorga la atribución de calificar la capacidad mental del imputado, así como todos los demás dictámenes relacionados con otros delitos. Los forenses señalaron que lo delicado del asunto es que se toman casos que todavía no han sido judicializados como parte de la enseñanza a los médicos generales que reciben el curso para aspirar a ser peritos forenses.
Pero lo que consideran más grave es que algunos de sus colegas permiten que los aspirantes a forenses hagan las autopsias de los cadáveres como parte de las prácticas y que emitan los dictámenes, sin estar autorizados, lo que podría convertirse en fraude procesal porque transgreden la cadena de custodia de las evidencias.
Para tratar de encubrir esa transgresión a la legalidad, los forenses que dejan solos a los aspirantes para realizar autopsias y dictámenes, después, ellos firman las actas de las autopsias como que ellos han practicado los reconocimientos y dado fe de los resultados de las mismas, aseguran los denunciantes. “Ellos -los estudiantes- hacen los dictámenes y los médicos forenses solo llegan a firmar”, dijo un denunciante.
Las ilegalidades que consideran los denunciantes que existen en la formación de los futuros médicos forenses es que éstos últimos realizan funciones de peritos en las autopsias de cadáveres, y en levantamientos de los cadáveres, cuando no están autorizados.
A lo anterior se le suma la realización de exámenes físicos forenses a personas lesionadas y a víctimas de violaciones sexuales, lo que puede derivar en fraude procesal y ser refutado por los abogados defensores de los imputados.
Fuente: El Salvador