En el enorme universo de campeones de la Serie Mundial, solo ocho franquicias han logrado repetir el título al siguiente año. Los Yanquis de Nueva York han ido más allá, con una racha de cinco campeonatos obtenidos entre los años 1949 y 1953. Todos, a excepción de los Marineros de Seattle, tienen en su haber al menos un trofeo de campeón.
Los Nacionales de Washington, nombre que llevan desde 2004, acabaron con la maldición y este año se coronaron de manera heroica ante los Astros de Houston, final que se resolvió en el séptimoy decisivo compromiso.
Las virtudes fueron muchas, especialmente después del despertar de un combinado que los dos primeros meses de la ronda regular parecía tener opciones mínimas siquiera de estar en la fiesta de los playoffs.

OPORTUNOS. La ofensiva es clave para brindar apoyo al pitcheo. Foto: Jonathan Newton/The Washington Post
Pero todo cambió de repente y, para fortuna de la dirigencia y la gerencia, todo ocurrió en las entrañas de la organización de la capital, apoyándose en el talento de sus piezas, las cuales se contagiaron mutuamente para hacerse determinantes.
De menos a más
Cuando en la temporada baja se conoció que Bryce Harper sería agente libre, una cadena de críticas se escuchó con fuerza en el entorno de los Nats. Gran parte de esto tenía como norte reclamar la falta de incentivos al jugador estrella de la franquicia, el niño mimado del equipo, alguien con el talento suficiente para ser considerado uno de los mejores peloteros de su generación.
Pero el dinero no siempre lo determina todo.
Al jardinero le ofrecieron hasta $300 millones; sin embargo, prefirió los $330 millones que pusieron sobre la mesa los Filis de Filadelfia, atando al versátil jugador por los próximos 13 años.
Sin Harper en sus filas y con el fracaso de no meterse en postemporada en 2018, todo apuntaba que 2019 sería un calendario de más derrotas que victoria y, a su vez, cambios, muchos cambios dentro de la escuadra de DC.

APOYO. La fanaticada debe estar ahí para inspirar a sus peloteros. | Foto: John McDonnell/The Washington Post
No obstante, son los deportistas los que tienen la última palabra y el resurgir se hizo sentir justo a tiempo, cuando Harper y sus Filis no dieron la talla y los rumores sobre la salida del mánager Dave Martínez retumbaban en el Nationals Park.
Hoy en día, nadie se queja de la decisión de Harper, pero no se le reprocha tampoco; todo lo contrario, si alguien tiene ganado un espacio en el corazón de los fanáticos de los Nacionales es él.
Cómo repetir
La duda es obvia y natural: ¿podrá Washington volver a ganar la Serie Mundial en 2020?
De entrada, la distancia con el arranque de la próxima campaña invita a llevar las cosas con mucha calma; sin embargo, las responsabilidades del campeón crecen y lo obligan a responder inmediatamente. Un ejemplo reciente es el de los Medias Rojas de Boston, campeones en 2018 y por la vía de la derrota en todo el curso.
La propia presión de necesitar levantarse pudo más que ellos, al punto de ni siquiera meterse en los playoffs.

CONSECUENTES. El éxito invita a mayores retos. | Foto: Evelyn Hockstein/The Washington Post
El primer punto a resolver en el entorno de los Nats tiene que ver con sus agentes libres, con dos nombres pesados que podrían marcar un antes y un después dentro de la franquicia en caso de que decidan vestir otros uniformes en el año 2020.
Uno de ellos en Anthony Rendon.

SÓLIDO. Anthony Rendon podría explorar la agencia libre. | Foto: John McDonnell/The Washington Post
El tercera base de los capitalinos dejó números increíbles y se hizo sentir como uno de los mejores antesalistas de las mayores. Con .319 de average, mostró su versatilidad con el madero, soltando además 34 jonrones, máxima cifra para el combinado junto con la misma cantidad que soltó el dominicano Juan Soto.

DECISIVO. El dominicano Juan Soto deberá mantener el ritmo con el bate. Foto: John McDonnell/The Washington Post
Si su caso es importantísimo, el de Stephen Strasburg también.
El derecho, otrora súper prospecto de la franquicia, se convirtió en un tipo confiable luego de la postemporada. Mucho se esperaba de él y fue llevado con cuidado. Aunque muchos fanáticos criticaron la situación, el resultado fue el mejor de todos.
En estos playoffs, la labor del diestro fue para enmarcar, con dos salidas de enorme nivel en la Serie Mundial, especialmente la segunda, lo que le valió alzarse con el premio a Jugador Más Valioso de la reciente final.
Una vez cerrada la zafra, dejó a un lado la opción de su contrato de mantenerse con los Nacionales y rescindió su acuerdo. Nuevamente, la gerencia de los capitalinos tiene una enorme labor por delante, pero su estatus, a diferencia de las negociaciones con Harper, son diferentes.