De pronto al vecindario lo invadieron los sonidos de una banda de instrumentos de bronce, que avanza por las aceras liderada por una gigante tortuga de felpa llamada Testudo y un grupo de jóvenes alegres y divertidos. No es Halloween ni las fiestas del barrio, la colorida comparsa es una tradición desde hace cuatro años que la Universidad de Maryland se esfuerza en mantener en secreto hasta el último momento.
Cuando el jolgorio se encamina hacia la dirección elegida es porque allí vive un o una estudiante que ha aplicado a ese centro superior y que ahora le llegan a golpear la puerta para decirle que ya no espere más, que es bienvenido a ser parte de la familia llamada terp. El tour se llama NowAterp, porque “terps” es como en jerga se llaman los estudiantes de la Universidad de Maryland.
Para los estudiantes la etapa de aplicaciones es recordada por la incertidumbre y el estrés. Ensayos, cartas, justificación de notas, pruebas de sus tareas de voluntariado y la interminable espera. Por eso para aquellos elegidos que se cuentan con los dedos de una mano, la temprana buena noticia es un alivio y la oportunidad para concentrar los esfuerzos en ese largo y complejo proceso de buscar becas, préstamos y ayudas financieras federales.

Latina. Rocío Mayorga de Hyattsville estudia en el colegio Eleanor Rossevelt y fue sorprendida por la Universidad de Maryland.

Anuncio. Rocío Mayorga junto con el grupo de estudiantes y la mascota Testudo de la Universidad de Maryland.

Medicina. Rocío Mayorga tiene planes de estudiar en el college sicología y después continuar sus estudios en medicina.

Sorpresa. Rocío junto a su madre Zoila, su hermana Leslie y su padre Marco Mayorga.
De pronto al vecindario lo invadieron los sonidos de una banda de instrumentos de bronce, que avanzó por las aceras liderada por una gigante tortuga de felpa llamada Testudo y un grupo de jóvenes alegres y divertidos. No es Halloween ni las fiestas del barrio, la colorida comparsa es una tradición desde hace cuatro años que la Universidad de Maryland se esfuerza en mantener en secreto hasta el último momento.
Cuando el jolgorio se encamina hacia la dirección elegida es porque allí vive un o una estudiante que ha aplicado a ese centro superior y que ahora le llegan a golpear la puerta para decirle que ya no espere más, que es bienvenido a ser parte de la familia llamada “terp”. El tour se llama NowAterp, porque “terps” es como en jerga se llaman los estudiantes de la Universidad de Maryland.
Para los estudiantes la etapa de aplicaciones es recordada por la incertidumbre y el estrés. Ensayos, cartas, justificación de notas, pruebas de sus tareas de voluntariado y la interminable espera. Por eso para aquellos elegidos que se cuentan con los dedos de una mano, la temprana buena noticia es un alivio y la oportunidad para concentrar los esfuerzos en ese largo y complejo proceso de buscar becas, préstamos y ayudas financieras federales.
Cada año la Universidad de Maryland elige al azar a cuatro o cinco estudiantes de los distintos condados del estado de Maryland para anunciarles la buena nueva. Este año, entre las seleccionadas está Rocío Mayorga, quien aplicó a cuatro centros más de estudios superiores y esta es la primera universidad que le dijo que sí. Todavía está a la espera de una respuesta de Northern University, Hopkins, Boston y Southern Carlifornia University, aunque le gustaría quedarse cerca de sus padres, al final se decidirá por la que le ofrezca mejores opciones financieras para sus estudios de medicina.
Quiere ser neuróloga o pediatra y ya palpó de refilón lo que podría ser su vida profesional. Durante el pasado verano fue voluntaria en el Children North Medical Center y está haciendo una pasantía en un laboratorio de la Universidad de Maryland que experimenta con la modificación genética de plantas.
“Mis padres tenían bien guardada esta sorpresa. Cada vez que les mencionaba que poco faltaba para saber si sería aceptada, ellos solo respondían ‘no te preocupes’. Cuando ví a toda esa gente por la ventana abrí la puerta, alguien me entregó una carta y me dijo que he sido aceptada. Me sorprendí y me quedé sin palabras, ni siquiera pregunté si eso conlleva alguna ayuda financiera”.
Los elegidos del tour NowAterp no reciben becas u otro tipo de soporte financiero. Pero para alumnas sobresalientes como Mayorga hay opciones: la Universidad tiene un fondo de 100 millones de dólares para aquellos jóvenes de primer año que vienen de comunidades de bajos ingresos, tanto de Maryland como de Washington DC. Quien llegó personalmente a darle la buena noticia fue Shannon Gundy, directora de Admisiones, para quien la idea de este desfile es que los estudiantes sepan lo importante es que ser aceptados, y mejor aún si lo saben con anticipación.
El padre de Rocío, Marcos Mayorga, quien trabaja embelleciendo los jardines de otros, sabe que su hija es inteligente y disciplinada, y dijo que fue una gran satisfacción que la Universidad llegara a su casa con toda esa pompa. “Estoy orgulloso, la he visto esforzarse mucho, cuando era una niña anhelaba ser profesora, pero ahora quiere estudiar medicina. Estoy seguro que será bonito tener una doctora en casa. Va a ser un gran logro”.
La Universidad de Maryland siempre hace énfasis a su proximidad a Washington DC, porque expone a sus estudiantes a una amplia variedad de actividades culturales y aprovechar las relaciones con las agencias federales, las poderosas organizaciones sin fines de lucro y los distintos grupos de pensamiento.
Son ventajas como esas las que a la madre de Rocío, Zoila Mayorga, le atraen, pero sobre todo la cercanía a su casa, en Hyattsville. “Como madre quiero que mis hijos siempre estén cerca, pero también entiendo que al final del día ellos deben encontrar su propio camino. Lo que más me gustó de esta sorpresa es que nuestra segunda hija, Leslie, ahora se siente más motivada de seguir los pasos de su hermana”. Rocío, mientras termina la secundaria y pone todo a punto para entrar a la universidad, seguirá siendo la catequista de su iglesia.
Más Diversidad e Inclusión
Iniciativas. Para convertir a la Universidad en un campus más inclusivo se está creando la función de coordinador de Admisiones e Iniciativas de Diversidad para mejorar la selección y el proceso de aplicaciones; además el centro de estudios está en la búsqueda de un nuevo vicepresidente de Diversidad e Inclusión.
Cifras. El año pasado, la universidad de Maryland tuvo 3.398 latinos, entre estudiantes por graduarse y graduados. La cifra es sustancialmente menor si se compara con los 19.024 alumnos blancos y los 6.023 asiáticos. La diferencia es menor con los afroamericanos, quienes sumaron 4.387.