Justo en medio de la primavera el área de Clarendon, en Arlington, VA inauguró un restaurante mexicano que llegó con una propuesta fresca a este vecindario que gracias a sus cafés y restaurantes es frecuentado por cientos de comensales después de salir del trabajo y los fines de semana durante todo el día. Se trata de Buena Vida, un restaurante que pertenece al grupo local Street Guys Hospitality, y que siguiendo los estándares de calidad de esa empresa, apuntó a la autenticidad y creatividad desde su concepción.
Con un hermoso edificio que en verano se aprovecha en su máxima capacidad por sus grandes ventanas que se abren a la calle, Ivan Iricanin, el CEO y fundador de Buena Vida trabajó con el aclamado chef Gerardo Vázquez Lugo del restaurante Nicos en Ciudad de México (uno de los 50 mejores de Latinoamérica) para desarrollar y operar el concepto en Clarendon. El primer piso del edificio está ocupado por TTT Mexican Diner, un concepto más casual que vende comida mexicana callejera y tiene un alegre bar y música de fondo para ponerle ambiente a esos famosos “happy hours” que forman parte de la cultura de DC.
En el segundo piso está Buena Vida, con casi 4 mil pies cuadrados de espacio y capacidad para un poco más de 100 comensales. Altos techos, espacios limpios combinados con decoraciones tradicionales pero modernas, dan un aire diferente a este restaurante.
Ahora que ya tiene una idea de cómo luce el lugar, vamos a hablar de la comida. Para comenzar hay que mencionar que cuando El Tiempo Latino tuvo la oportunidad de experimentar la hospitalidad de Buena Vida, lo primero que todos los miembros del equipo mencionaron es el trabajo que se ha puesto para conservar los métodos tradicionales para la preparación de las tortillas, por ejemplo, que son hechas en el mismo restaurante con ingredientes orgánicos importados de Ciudad de México.
El chef y las tradiciones
Originario de Ciudad de México, Gerardo Vázquez Lugo es un arquitect
o que abandonó su carrera para seguir su pasión por la cocina tradicional mexicana. Él heredó su amor por la cocina de sus padres, Raymundo Vázquez y María Elena Lugo Zermeño, quienes abrieron Nicos en Ciudad de México en 1957. Vázquez fue construyendo su carrera trabajando con diferentes chefs de renombre hasta que en 1996 fue nombrado chef ejecutivo de Nicos y desde entonces ha trabajado con su madre para conservar la herencia mexicana a través de cocina tradicional al estilo casero.
“Inspirado por la diversidad de las diferentes comidas, culturas y tradiciones de México, el menú de Buena Vida se alinea con mi filosofía: vivir bien y vivir sano. Yo quiero incorporar los procesos de Nicos mediante la utilización de ingredientes frescos y de temporada en recetas tradicionales reinventadas de una manera moderna. A pesar de que las recetas sean simples, serán comidas sostenibles y cocina con responsabilidad social”, dice el chef al dar la bienvenida a los visitantes a la página de Internet de Buena Vida.
Justamente ese toque moderno pero con alma tradicional es lo que hace a Buena Vida un lugar diferente en donde se encuentra calidad, creatividad y por supuesto sabor mexicano.
Entre las entradas del Raw Bar, el ceviche tropical ($15, una porción como para compartir) destaca por su adición de piña y semillas de chía. Un balance perfecto entre sabor cítrico y dulce hacen que este ceviche de atún sea un plato perfecto para el verano. Otro plato veraniego es el aguachile de camarones ($11), una receta que lleva camarones, pimienta, limón, lima, cilantro y cebolla colorada; ingredientes que le permiten entender mejor el concepto de “simple, saludable y fresco” que el chef Vázquez ha traído a Buena Vida.
Otros platos para compartir son el chile relleno ($11), el queso fundido ($9) que incorpora una mermelada de mango, y la quesadilla de hongos ($9) que usa el famoso queso de Oaxaca. Mención aparte merece el guacamole ($10) preparado con una receta que ha sido usada en el restaurante Nicos por años y que prescinde del jugo de limón y solo usa buen aceite de oliva.
Probablemente a este punto usted ya esté cerca a saciar su apetito, pero en el menú de platos fuertes hay varias sorpresas que usted debe probar. Entre los especiales de la casa destacan la lubina clemole ($26), en donde el pescado es preparado con salsa de s
emillas de calabaza, frijoles fava y un confit de tomates. Entre los clásicos se destaca el cordero birria ($25) en donde se usa carne de cordero de una granja local y se la cocina en una marinada de chiles.
Estos son solo algunos de los platillos del menú que ofrece un buen valor por lo que usted podrá saborear.
En el área de las bebidas, el restaurante ofrece cócteles artesanales creativos y por supuesto, deliciosas margaritas. El mixólogo consultor de Buena Vida es Esteban Ordóñez quien es el director de International Cocktail Group, una firma dedicada a crear y manejar programas de bebidas para prestigiosos restaurantes. Así Buena Vida ofrece vinos de México y una extensa selección de tequilas y espíritus provenientes del agave como bacanora, raicilla y sotol.
Buena Vida y TTT (la opción más casual en el primer piso) están localizados en 2900 Wilson Blvd., Arlington, VA. Se puede llegar al restaurante usando la estación de Metro Clarendon que está a tan solo dos cuadras del lugar. Para más información visite: www.buenavidaclarendon.com.
