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Toronto acaba con la dinastía de Golden State y se corona en la NBA

Cuando subió el telón de la temporada 2018-2019 de la NBA, un hecho parecía contar con mayor certeza que cualquier otra opinión: los Warriors de Golden State eran más que favoritos para obtener su tercer título consecutivo y el cuarto en cinco años.

La dinastía de la organización dirigida por Steve Kerr no era detalle menor: en una plantilla que originalmente con figuras de la talla de Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green se fortaleció hace par de campañas al sumar a Kevin Durant. Pero eso no fue suficiente, pues en la temporada baja llegó desde la agencia libre DeMarcus Cousins, haciendo de este uno de los grupos más completos en la historia de la liga.

Sin embargo, a veces no es suficiente.

Mientras el análisis en la Conferencia del Oeste era sencillo, en el Este la historia era distinta. LeBron James firmó por cuatro temporadas con los Lakers de Los Ángeles y dejó desprotegidos a sus Cavaliers de Cleveland, abriendo por completo la competencia en su zona.

Raptors de Toronto, Celtics de Boston y 76ers de Filadelfia se asomaban como los equipos a vencer; no obstante, en la ronda regular una sorpresa dejó atónitos a propios y extraños.

Pese a estar en la lista de candidatos a avanzar a los playoffs, los Bucks de Milwaukee fueron más allá y se quedaron no solo con el primer puesto en el Este, también presumieron de contar con la mejor marca en la NBA. Amparados bajo el dominio de Giannis Antetokounmpo, se hicieron enormes en la postemporada, hasta que se cruzaron con los Raptors.

La confianza del campeón

En Canadá se desconocía el éxito en la liga de baloncesto más grande del planeta. En 24 años de vida, los Raptors no habían alcanzado el trofeo pese a que en las últimas zafras ocuparon puestos altos en e Este. Incluso, en la 2017-2018 se pensó que trascenderían y se meterían en las finales, pero el rendimiento bajó significativamente en la instancia y eso derivó en la salida del coach Dwane Casey.

Para la recién culminada temporada, Nick Nurse llegó para tomar las riendas de la franquicia, en una adquisición que se sumó a un cambio polémico pero que ayudó a destrabar la situación.

En julio de 2018, Toronto dio el golpe en la mesa al conseguir vía cambio a Kawhi Leonard, uno de los aleros más cotizados de la liga, quien junto a Danny Green se ponía el uniforme de los dinosaurios a cambio a DeMar DeRozan, figura insigne de la organización, Jakob Poeltl y una escogencia de primera ronda del draft 2019.

La carrera por quedarse con el enorme elemento también tenía como competidores a los Lakers, pero finalmente el acuerdo fue con los canadienses, acción que trajo más caos pues se especuló que la transacción se hizo sin el consentimiento de Leonard, al punto de rumorarse que no jugaría con el mencionado equipo.

Pero la temporada inició y la adaptación del jugador de enormes manos a la franquicia se dio de manera natural.

Los Raptors fueron segundos en el Este y su andar por los playoffs fue un tanto atropellado, con derrotas inesperadas, pero siempre levantándose a tiempo y seguir.

Una final irregular

Cuando se instalaron en la última etapa de la campaña enfrente tenían a los Warriors, quienes llegaron barriendo en la final del Oeste a los Trail Blazers de Portland. Todo, otra vez, parecía estar del lado de los californianos, pero las lesiones le jugaron malas pasadas al punto de apartar a la mayoría de sus titulares del tabloncillo.

Primero fue Cousins, quien en la serie ante los Clippers de Los Ángeles sufrió un desgarro en el cuádriceps de su pierna izquierda, sacándolo del tabloncillo por largo tiempo y regresando con los minutos contados a las finales.

Después, Durant.

Esta situación pudo haber sido el punto de quiebre y la ventaja de los Raptors, pues apenas sufrieron por pocos minutos al talentoso anotador, quien en las semifinales del Oeste contra los Rockets de Houston fue víctima de una lesión en el tendón de la corva. Este tipo de padecimientos alejan por unas varias semanas al afectado, pero la necesidad hizo que volviera para el quinto encuentro. El resultado: se rompió el tendón de Aquiles en el primer cuarto y es posible que se ausente por toda la temporada 2019-2020.

El hospital en el que se convirtió la plantilla terminó de acabar con las opciones de los Warriors cuando en el sexto juego la víctima fue Thompson, quien sufrió la rotura del ligamento cruzado de su rodilla derecha cuando su equipo dominaba a los canadienses.

Así, poco a poco fue mermando el rendimiento de Golden State, bocanada de oxígeno para los Raptors, que lograron sostener el buen momento y no perdieron la cordura.

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