Este jueves el presidente Trump dio a conocer un nuevo plan de inmigración para llevar a la inmigración estadounidense hacia un “sistema basado en el mérito”, que prioriza a los trabajadores altamente calificados por encima de los que ya tienen familia en el país.
El plan, que no aborda el destino de los jóvenes inmigrantes indocumentados que fueron traídos a Estados Unidos cuando eran niños, tiene pocas posibilidades de avanzar en el Congreso, donde los legisladores de ambos partidos lo han recibido con escepticismo.
“Hoy presentamos un contraste claro”, dijo Trump en un discurso en el Jardín de Rosas de la Casa Blanca. “Los demócratas proponen fronteras abiertas y salarios más bajos, francamente un caos sin ley. Estamos proponiendo un plan de inmigración que pone en primer lugar los empleos, los salarios y la seguridad de los trabajadores estadounidenses. Nuestra propuesta es pro-americana, pro-inmigrante y pro-trabajador”.
Proporcionar protecciones contra las deportaciones de inmigrantes tan jóvenes, conocidos como “soñadores”, ha sido una de las principales prioridades de los demócratas desde que Trump trató de poner fin al programa de Acción Diferida para la Llegada de Niños de la era de Obama (DACA).
En sus comentarios desde el Jardín de Rosas de la Casa Blanca Trump dijo que el plan no cambiaría el número de tarjetas verdes asignadas cada año, sino que daría prioridad a los trabajadores altamente calificados sobre los que ya tienen familia en el país. Permitiría además a los solicitantes, acumular la elegibilidad en función de factores como la edad, la capacidad de hablar inglés, las ofertas de trabajo y la formación académica.
Con información de The Washington Post