La razón de ser de un periodista es investigar, cuestionar y ser contrapoder; si no lo es, difícilmente sea periodista. América Latina ha sido una región donde esta loable profesión se ha visto vulnerada, atacada y señalada. La razón: ir de frente contra la injusticia, contra la corrupción y contra quienes llegan al poder para enfermarse en él, alterando cualquier principio democrático establecido no solo en la constitución nacional, sino en tratados internacionales.
Hablar de libertad parece fácil, pero no lo es. Según la Real Academia Española, este término tiene que ver con la determinación de las personas en un sistema político democrático, pero la realidad es otra. La libertad en la región ha estado asignada a quien ostenta el poder. Solo hay libertad cuando los actores políticos escuchan lo que quieren. Si un periodista toma la determinación para enfrentar la corrupción o un proceso político, corre el riesgo, hasta de morir.
No solo se han instalado Gobiernos con perfiles autoritarios en América Latina. El crimen organizado también ha hecho estragos contra los trabajadores de la prensa. En México, hasta la fecha, en 2019 han asesinado a dos periodistas solo por cumplir con su deber: informar e investigar.
Ejercer el periodismo en América Latina es un constante riesgo. Según el Instituto Internacional de Prensa, en 2018 asesinaron a 23 comunicadores en la región; en 2019 no ha habido excepción y de acuerdo a Reporteros sin Fronteras, cuatro periodistas han sido asesinados hasta la fecha en la región.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, en América Latina y el Caribe, solo 18% de los casos de periodistas asesinados han sido reportados como resueltos por quienes mantienen el poder político. La impunidad parece estar presente en nueve de cada 10 casos, según la misma organización.
En medio de este conflicto regional, Claudia Julieta Duque, periodista colombiana e investigadora en Derechos Humanos, considera que la profesión enfrenta grandes dificultades debido a la instalación de Gobiernos autoritarios hostiles a la crítica y al periodismo independiente.
Para Duque, los ataques que han recibido los profesionales en la región, ha generado que los periodistas pasen directamente a ser oposición del Gobierno de turno, lo que crea dificultades en el desarrollo de la carrera y nuevos retos, pues son sometidos al hostigamiento y persecución.
Según la experta en Derechos Humanos, el periodismo no solo está amenazado en América Latina sino en todo el continente. “Desde Argentina hasta Estados Unidos hay amenazas a la prensa libre e independiente”.
Para romper con esto Duque consideró necesario la creación de un pacto en el sentido de respetar la existencia de profesionales que a su parecer, no están dispuestos a arrodillarse. “Pasamos del cuarto poder a ser el objetivo y el blanco de los gobiernos de turno, funcionarios públicos, crimen organizado y narcotráfico”.
El Comité para la Protección de los Periodistas clasifica a los países según las tasas de impunidad que prevalecen en los casos de periodistas asesinados. En el índice de este año, México, Colombia y Brasil se encuentran entre los 14 países del mundo que tienen las tasas más altas de impunidad en casos de periodistas asesinados.
Riesgos en Venezuela
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) en Venezuela ha llevado la bandera en defensa de las libertades y el ejercicio del periodismo en ese país. Aunque no se registran asesinatos por razones periodísticas, la amenaza del régimen de Nicolás Maduro toma poder y se impone a la persecución que inició Hugo Chávez.
En Venezuela difícilmente un periodista pueda dar cobertura a un conflicto o acción de protesta y salir airoso de las acciones policiales. El más conocido caso fue el del joven periodista Luis Carlos Díaz, quien ha usado las redes sociales para recomendar acciones digitales que burlen la censura en un país liderado por el chavismo desde hace 20 años. A Díaz lo detuvo de manera arbitraria el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) alegando que estaba involucrado en un supuesto ataque al sistema eléctrico nacional. Solo por manejar información digital, fue detenido.

DESAFÍO. Los militares en Venezuela dicen cumplir órdenes para impedir la labor de la prensa.
Aunque a las horas salió en libertad, la misma no es plena sino condicional. No puede hablar sobre este caso y esta investigación, tiene régimen de presentación ante los tribunales judiciales y prohibición de salida del país. Una jugada que, sin duda alguna, busca crear temor en quienes diariamente están en la calle.
Como sostuvo la periodista Claudia Duque, la prensa ha pasado de ser el cuarto poder, al blanco de hostigamiento, persecución y en momentos, hasta de muerte. Hay quienes han estado detenidos solo por portar una cámara, micrófono y grabadora.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa registró en su último informe presentado en el mes de abril, que solo dos de cada 100 agresiones a los periodistas son juzgadas. Lo que le otorga al perfil, la impunidad en el país donde según Maduro y sus aliados, reina la justicia.
“El panorama en Venezuela es devastador. Desde el inicio del Gobierno chavista ha venido creciendo la persecución al periodismo e incluso la autocensura”, dijo la periodista venezolana Sofía Nunes, radicada en Argentina.
Muerte a la prensa en Nicaragua
En abril de 2018, Miguel Ángel Gahona fue asesinado de un disparo en la cabeza mientras hacía una transmisión en vivo a través de Facebook. Se trataba de un enfrentamiento entre policías y ciudadanos que rechazaban el sistema político y una serie de reformas impulsadas por el régimen de Daniel Ortega, en las que se aumentaría la tasa de cotizaciones al Instituto de Seguridad Social (INSS).
Según el portal de El País, la periodista Ileana Lacayo, dijo que consideran que la acción se generó de un francotirador y no por parte de los jóvenes que protestaban. De acuerdo al testimonio, había un enfrentamiento y eso generó la muerte de Gahona.
Por su parte, el informe de Reporteros sin Frontera indica que los periodistas nicaragüenses que cubren las manifestaciones contra el gobierno de Daniel Ortega sufren constantes agresiones.
Muchos comunicadores sociales se han visto obligados a pedir asilo para evitar ser acusados de terrorismo y encarcelados por el régimen de Nicaragua.

El presidente de México Andrés Manuel López Obrador ha intentado controlar a los periodistas de ese país.
México ha sido el país que históricamente tienen constante amenaza en contra de la prensa libre. Desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, parece que el tono en contra de la prensa ha bajado, pero la violencia y los asesinatos continúan.
Julián Martínez es periodista de ese país y narra que tanto él como sus colegas temen por sus vidas porque no saben cuándo puede llegar el momento de una amenaza. “Para ejercer periodismo en México se necesita valentía porque nos enfrentamos a mafiosos y a Gobiernos que no creen en las libertades así lo vociferen”, exclamó.
A juicio del subdirector general editorial del diario El Universal, Carlos Benavides, el crimen organizado es la principal amenaza que enfrentan los trabajadores de la prensa. “El narcotráfico, bandas criminales, pero el componente que vemos con mayor preocupación es la complicidad con autoridades locales, policías municipales, estatales y en muchos casos personajes de la política local”.