ir al contenido

DC: Protestan por restricciones al aborto

Centenares de activistas se unieron en martes 21 de mayo a varios precandidatos candidatos presidenciales demócratas frente al Tribunal Supremo para denunciar los esfuerzos en varios estados para restringir el acceso al aborto, y prometieron que movilizarán a las mujeres a las urnas el próximo año en defensa de sus derechos reproductivos.

La protesta en el Tribunal Supremo formó parte de una jornada con más de 400 eventos en diversas capitales estatales, plazas y tribunales para denunciar las leyes adoptadas por un puñado de estados para prohibir el aborto, o restringirlo severamente.

Los activistas, que portaban carteles y gritaban consignas a favor del derecho al aborto y los derechos reproductivos de las mujeres, superaron en número a un reducido grupo de activistas en contra del aborto, mientras la policía del Capitolio intentaba mantener el orden.

En la protesta del 21 de mayo también participaron futuros candidatos a la Casa Blanca. Entre los precandidatos presidenciales de 2020 que tomaron el megáfono para apoyar a los activistas figuraron los senadores Cory Booker, Amy Klobuchar, y Kirsten Gillibrand, y los congresistas Eric Swalwell, Tim Ryan, y Seth Moulton.

Pete Buttigieg y Bernie Sanders participaron en la protesta pero no subieron a la tarima. Ambos han dejado en claro su postura a favor de los derechos reproductivos de las mujeres.

“Los legisladores en Alabama no tendrán la última palabra, ni los de Georgia. Y tal como ocurrió durante el movimiento de los derechos civiles, no será un gobernador de Alabama el que tenga la última palabra sobre los derechos” de las mujeres, dijo Booker.

Casi todos los oradores tuvieron en la mira al nuevo juez vitalicio del Tribunal Supremo, Brett Kavanaugh, el segundo juez conservador nombrado por el presidente Donald Trump. La máxima corte del país ahora está dividida entre cinco jueces conservadores y cuatro progresistas.

En ese sentido, Gillibrand afirmó que Kavanaugh está alentando a las legislaturas estatales a debilitar los derechos civiles y reproductivos de las mujeres, pero vaticinó que Trump “perderá su guerra contra las mujeres”.

Activistas consultadas por este diario explicaron que el derecho al aborto corre peligro en EEUU y que corresponde llevar su lucha a las calles, las cortes y las urnas.

“Sabemos que desde que se nominó a Brett Kavanaugh a la Corte Suprema, fue con el propósito de quitar nuestros derechos a un aborto seguro y legal en este país. Planned Parenthood y sus aliados  ya lo han dicho: vamos a pelear en las calles,  en las cortes, donde sea que tengamos que pelear para salvar este derecho”, dijo Johanny Adames, una portavoz hispana de Planned Parenthood.

Por su parte, Sarah Flores-Shannon, activista del Instituto Nacional de Latinas para la Salud Reproductiva, dijo que viajó desde Virginia para apoyar a las mujeres latinas y de otras minorías, que tienen menos acceso al aborto.

“En Mississippi y Alabama, la comunidad latina está creciendo mucho, y estas leyes van a impactar a nuestra comunidad en diferentes niveles… estas leyes son muy peligrosas, porque si no hay clínicas o acceso al aborto, las personas harán lo que necesitan hacer para vivir y proteger sus cuerpos y sus vidas”, dijo Flores-Shannon.

Piden “freno a la veda”

El objetivo del día de acción nacional era exigir un “freno a la veda” contra el aborto, al considerar que, según los organizadores, se trata de un “ataque frontal” para eliminar el histórico dictamen del Tribunal Supremo, conocido como “Roe v. Wade”, que legalizó el aborto hasta antes de que el feto pueda sobrevivir fuera del útero.

Ese dictamen de 1973 determinó que, bajo la 14 Enmienda, las mujeres tienen “derecho a su vida privada” y, por lo tanto, tienen la libertad de decidir si proseguir o no con un embarazo.

Según los activistas, la campaña contra “Roe v. Wade” es una movida “anticonstitucional” que “castiga” a las mujeres y afecta en particular a las mujeres de las minorías y de bajos recursos.

Así, la jornada de protestas se llevó a cabo en unos momentos en que grupos conservadores han logrado la aprobación de leyes que prohíben o restringen el aborto en estados como Alabama, Georgia, Missouri y Ohio.

Es una meta que han mantenido republicanos y grupos conservadores afines desde al menos 2010, cuando recuperaron el control de decenas de legislaturas estatales.

Según el Instituto Guttmacher, una organización especializada en el tema del aborto, entre 2011 y 2019 las legislaturas estatales han aprobado centenares de restricciones al aborto, ya sean prohibiéndolo en distintas etapas de gestación, o imponiendo restricciones en la cobertura médica, o mayores requisitos para las clínicas y médicos que proveen estos servicios.

De todas las leyes anti-aborto promulgadas en los últimos tres meses, la de Alabama es la más próxima a una completa prohibición de la práctica, sin excepciones para violaciones o incesto. La ley de Alabama impone una sentencia de hasta 99 años en prisión para médicos que ofrezcan servicios de aborto en ese estado.

En cambio, los estados de Georgia, Ohio, Mississippi y Kentucky aprobaron leyes que prohíben el aborto en cuanto se detecta el latido del corazón del feto, lo que normalmente ocurre alrededor de las seis semanas de gestación.

Según observadores, está claro que el objetivo de los conservadores no es sólo restringir el acceso al aborto sino provocar demandas que lleven el tema del aborto al Tribunal Supremo, ahora de mayoría conservadora con la llegada de Kavanaugh.

Últimas Noticias