El ex asesor de seguridad nacional John Bolton está dispuesto a desafiar a la Casa Blanca y a testificar en la investigación de la Cámara de Representantes sobre el juicio político, si un tribunal federal se lo permite.
Bolton podría ser un testigo poderoso para los demócratas, dado que los principales funcionarios del Departamento de Estado y de seguridad nacional ya han testificado que estaba profundamente preocupado por los esfuerzos de Trump y sus aliados para presionar a Ucrania a abrir investigaciones sobre los rivales políticos del presidente mientras el gobierno de Trump detenía la ayuda militar.
Se espera que el ex asesor de seguridad nacional, que dejó repentinamente su cargo en septiembre, confirme sus declaraciones y explique sus conversaciones con Trump. Sin embargo, el asesor de política exterior del Partido Republicano desde hace mucho tiempo, no quiere cumplir con la investigación demócrata sin un fallo judicial.
Por lo que sigue sin estar claro cuán rápido podría suceder esto – y si sería a tiempo para que Bolton sea llamado como testigo en las audiencias de destitución en la Casa Blanca, que están programadas iniciar la próxima semana.
Bolton es considerado un testigo de alto valor en parte porque, como asesor de seguridad nacional, habría hablado directamente con el presidente sobre los objetivos de la política exterior de Estados Unidos en Ucrania. Lo que podría hacer que su testimonio sea “perjudicial” para Trump.
Pero hay un gran obstáculo al que se enfrentan los demócratas que esperan conseguir a Bolton como testigo estrella: la batalla judicial sobre las citaciones del Congreso probablemente irá a la Corte Suprema y se extenderá hasta el próximo año.
Traducción libre de The Washington Post