El tenis es uno de los deportes que menos modificaciones ve con el pasar de los años. El deporte de caballeros, uno que ha encontrado en la tradición su principal herramienta, tiene en sus jerarcas duras decisiones que encuentran pocos cambios con el tiempo; sin embargo, la cita por excelencia por países, la popular Copa Davis, estrenó este año nuevo formato, uno que levantó enorme polémica y que encontró en el rechazo de una de las principales estrellas del circuito masculino a una de las bajas más sensibles de los últimos años.
El cuadro por zonas del mundo, dividido en continentes y cuyo norte es hacer de los campeones de cada lado los rivales que se medirían en el Grupo Mundial con la misión de obtener la Ensaladera de Plata, hoy quedó atrás. Hay llaves que aún se respetan; no obstante, lo que se vive en el mes de noviembre es algo completamente nuevo y que engloba a 18 países (Francia, Croacia, España, Estados Unidos, Argentina, Reino Unido, Alemania, Australia, Bélgica, Canadá, Chile, Colombia, Serbia, Italia, Japón, Kazajistán, Países Bajos y Rusia).
Los cuatro primeros mencionados clasificaron a la fase de grupos del nuevo formato por la vía rápida luego de haber sido los cuatro semifinalistas de 2018. El quinto y sexto de la lista, fueron invitados de manera directa por la organización. Los 12 restantes, clasificaron en febrero por series directas.
El espacio de estos entre un mes y otro, tuvo como razón principal respetar el de por sí apretado calendario de sus exponentes, quienes, siquiera sin jugar la Davis, se tienen que organizar de la mejor forma posible para llegar con la mayor carga física posible a lo más importante del almanaque, empezando por los eventos de talla Grand Slam, pasando por los Masters 1.000, incluso los categoría 500, muchos de ellos preparatorios para las grandes citas de cada campaña.
Rechazo
En principio, no fueron pocos los que se escondieron al ver este nuevo formato. Figuras como el suizo Roger Federer, el alemán Alexander Zverev o el serbio Novak Djokovic expresaron su disgusto a un cambio drástico de un torneo histórico. Ese golpe supuso un duro revés a los organizadores, actualmente encabezados por el futbolista catalán Gerard Piqué, figura del Barcelona.
Pero Djokovic cambió de opinión y estuvo en las series de su país, cayendo en cuartos de final a manos de Rusia.
En el caso de Federer y Zverev, la situación sigue siendo la misma; en su lugar, abrazaron la iniciativa de la Copa ATP, una competencia para este evento que tomará tiempo asimilar. El punto a favor es que a diferencia de a Davis, la Copa se jugará en enero, tomando frescos a sus exponentes, quienes se quitarían de encima la presión de defender a su bandera una vez exhaustos y sin mayores ganas de estar en la cancha.
Medidas
Este año, el primero del nuevo formato, tiene en Madrid su base de operaciones. La Caja Mágica, donde se lleva a cabo el Masters 1.000 de la capital española, es el escenario de la cita.
Aunque se espera que la sede cambie constantemente, Piqué confesó al diario español Marca que podría cambiar de opinión y dejar a Madrid otro año más albergando el prestigioso y “nuevo” campeonato.
“Estoy intentando cuidar todos los detalles, pero mi trabajo no me permite estar todo el tiempo que me gustaría. Tengo que adaptar el calendario a mis entrenamientos porque es mi trabajo y es lo más importante”, comentó.
Sobre la negativa de Federer de estar en la nueva Davis y enfocarse en el circuito ATP, el español entendió la situación y respetó su punto de vista.
“Entiendo su punto de vista e intento comprender los motivos del porqué. En este caso él tiene su competición, que es la Laver Cup, que es una exhibición que la han organizado muy bien. Puedo entender que vea a la Copa Davis como una competencia. Nosotros entendemos que es algo distinto porque lo nuestro tiene 119 años. Él puede pensar lo que quiera que nosotros vamos a la nuestra. Respetamos que no quiera jugar aquí, pero Suiza no se ha clasificado. Si se hubiera clasificado ya veríamos. Pero yo creo que en lugar de centrarnos en un solo jugador hay que pensar en presente y en futuro. Aquí está Italia, con Fognini y Berrettini, los rusos y una serie de conjuntos jóvenes que van a estar luchando por ganar el títulos los próximos 10 años”, soltó.