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Los debuts más esperados de la década en la NBA

El físico ha tendido trampas imperdonables a muchos atletas; sin embargo, existen acasos en los que los que sufren no son solo los deportivas que padecen el percance, también los fanáticos que esperan verlos en acción.

En el baloncesto de la NBA, la década tiene tres casos particulares de jugadores que debían hacer su debut una vez tomados en el draft; no obstante, situaciones los apartaron del primer día de ronda regular, algunos incluso por largo rato.

Zion Williamson

EL hombre que todos esperan. Desde que era un adolescente, el potente muchacho era protagonista de videos de aficionados al baloncesto colegial, quienes veían en él a la próxima gran estrella de la NBA. Cuando acordó jugar para la Universidad de Duke, se sabía que el año que estaría ahí serviría para hacer ajustes en su juego, pero realmente no era necesario pasar por ahí pues tenía el talento suficiente para llegar de manera directa a la liga.

El interno era por quien varios cuadros se frotaban las manos; sin embargo, una vez se hizo el sorteo de los equipos para el draft, los Pelicans de Nueva Orleans se llevaron los honores.

Un problema en la rodilla lo tiene apartado de su debut, uno que se espera se dé más temprano que tarde, específicamente las semanas antes de cerrar el año.

Ben Simmons

El australiano no es el tipo más espectacular jamás visto en la NBA; todo lo contrario, lo que hace realmente atractivo su juego es la simplicidad para ejecutar acciones que muchos otros colegas ni siquiera pensarían dado el esfuerzo y riesgo que conlleva. En un principio con el mote de “El Príncipe”, pues se le vio como un jugador tan completo, aunque con características diferentes a LeBron James, debió esperar un año después de haber sido reclutado por los 76ers de Filadelfia para hacerse sentir en la liga más competitiva del planeta.

Su pasado en el sistema universitario de Estados Unidos solo se resume a una campaña en la Universidad de Luisiana, donde demostró rápidamente que estaba hecho para el show principal de la disciplina. En la NCAA promedió 19.2 puntos, 11.8 rebotes y 4.8 asistencias. Desde ahí se vio que era un muchacho capaz de hacerlo todo y eso le ha permitido crecer como una variable positiva, pues no solo podría ser de la partida como base, también se le ha visto en el puesto dos e incluso tres de los de Pensilvania.

En el draft universitario de 2016, Simmons fue tomado por los Sixers, quienes esperaron con paciencia a una estrella en crecimiento que había sufrido una fractura en el quinto metatarsiano del pie, por lo que fue en 2017 que apareció entre los grandes.

Novato del Año y con un Juego de Estrellas en su haber, pocos dudan de su talento. Además, conforma una llave increíble junto a Joel Embiid, lo que pone a Filadelfia como un grupo a seguir en la presente temporada. No habría sorpresa si al terminar el curso son ellos quienes alzan el trofeo de campeón.

Blake Griffin

Aunque fue seleccionado en el año 2009 por los Clippers de Los Ángeles, no fue sino hasta la campaña 2010-2011 que por fin jugó en el baloncesto de la NBA. El interno, ala-pívot de los californianos, sufrió una lesión en la rodilla, motivo que lo apartó todo un año del tabloncillo; sin embargo, la expectativa por verlo desenvolverse siempre estuvo intacta.

Con la Universidad de Oklahoma, el nativo de la mencionada ciudad jugó por dos años, en los que dejó promedios de 18.8 puntos y 11.8 rebotes, apareciendo como uno de los muchachos más dominantes del sistema universitario en Estados Unidos y que le valió quedarse con el puesto de honor en el draft.

Una vez arribó a la liga, Griffin no desentonó. Para su debut dejó average de 22.5 unidades y 12.1 rebotes, motivos más que suficientes para que se alzara como el Novato del Año. En sus primeras cinco campañas fue al Juego de Estrellas, además de protagonizar una enorme exhibición en el concurso de clavadas.

Su labor no es reprochable; sin embargo, el tiempo fue mostrando algunas costuras en su actitud, donde no logró esconder sus problemas con los Clippers, lo que le abrió la puerta de salida para recalar desde la 2017-2018 con los Pistons de Detroit. Ya con 30 años de edad, no es el muchacho agresivo de otrora, pero tampoco es una pieza que sobra dentro de la plantilla.

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