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Perú: Crónica de una crisis anunciada

El lunes 30 de septiembre se visualizaba como un día trascendental para los más de 32 millones de peruanos y de hecho lo fue. El presidente Martín Vizcarra hizo historia, tras un día agitado de enfrentamiento de poderes que quedará marcado en la memoria colectiva de esta nación y el mundo. A las 5:40 pm Vizcarra disolvió el Congreso y llamó a elecciones parlamentarias para enero de 2020.

Horas después el disuelto Congreso suspendió al mandatario y juramentó a la segunda vicepresidenta Mercedes Aráoz como presidenta en cargo. Mientras tanto, miles de ciudadanos peruanos se manifestaron a favor de la medida presidencial en varias ciudades del país y colmaron las calles de Lima, resguardadas por miles de efectivos policiales.

La disolución del Congreso ocurrió después que legisladores siguieran adelante con la nueva elección de los magistrados del Tribunal Constitucional (TC) sin pasar por un escrutinio, contradiciendo una acción propuesta por el Ejecutivo, definida en la Constitución como “cuestión de confianza”.

“Ante la denegación fáctica de la confianza, y en respeto irrestricto de la Constitución Política del Perú, he decidido disolver constitucionalmente el Congreso y llamar a elecciones de congresistas de la República”, dijo el presidente Vizcarra, en un mensaje a la nación que duró apenas nueve minutos y cuyas repercusiones se miden según el cristal con que se mire.

PORTADAS. Con estos titulares amaneció Perú el martes 1 de octubre, tras la noche anterior, cuando el presidente Vizcarra anunciara el cierre del Congreso / Milagros Meléndez para ETL


           
   

Milagros Meléndez para ETL

PORTADAS. Con estos titulares amaneció Perú el martes 1 de octubre, tras la noche anterior, cuando el presidente Vizcarra anunciara el cierre del Congreso / Milagros Meléndez para ETL

¿Constitucional o no?

Congresistas opositores tildan la acción del presidente Vizcarra como un atropello y la catalogan de “golpe de estado”. Sin embargo, la disolución del Congreso está contemplada en la Constitución del Perú.

En base al artículo 134 del Título IV de la Carta Magna, “el presidente de la República está facultado para disolver el Congreso si éste ha censurado o negado su confianza a dos Consejos de Ministros”.

Para entender la complicada crisis institucional que se ha generado, respondemos a cuestiones clave.

¿Qué es la cuestión de confianza?

La cuestión de confianza, regulada en la Constitución, es un mecanismo, mediante el cual el Poder Ejecutivo solicita respaldo político para implementar políticas de Estado, que se concreta con el voto a favor de la mitad más uno del número legal de congresistas.

El primer ministro (Presidente del Consejo de Ministros) es el encargado de plantear la cuestión de confianza ante el Pleno del Parlamento.

En este caso Vizcarra a través de su primer ministro Salvador del Solar solicitó un voto de confianza para aprobar un proyecto legislativo sobre el proceso de elección de los miembros del Tribunal Constitucional (TC), que permitiera una fase de selección de los candidatos y evaluación minuciosa de los mismos.

Importancia del Tribunal Constitucional

El TC, conformado por siete miembros, cumple un rol de suma importancia. “Defiende la Constitución, interpreta las leyes y revisa los fallos judiciales en última instancia donde se hallan vulnerado derechos fundamentales o derechos al debido proceso”, explicó a El Tiempo Latino, el abogado Timoteo Pérez. “Lo más importante es que puede decidir si una ley es o no constitucional”, agregó.

De allí la razón por la que Del Solar pedía el voto de confianza para “que se elija a los miembros del TC de una manera transparente”, tras que analistas y organizaciones civiles habían cuestionado la lista de aspirantes por carecer de credenciales, salvo algunos.

Base para la disolución del Congreso

El Ejecutivo considera que el Congreso negó la cuestión de confianza por segunda vez en lo que va del quinquenio gubernamental, cuando el lunes 30 siguió adelante con el nombramiento de los nuevos magistrados del TC.

La primera confianza le fue negada al gabinete presidido por Fernando Zavala, durante el Gobierno de Pedro Pablo Kuczynski.

Cabe resaltar que Vizcarra está completando el mandato de Kuczynski, tras su renuncia al cargo.

“Con dos cuestiones de confianza rechazadas, el presidente estaba en la facultad de disolver el Congreso”, expresó el abogado Pérez.

SEGURIDAD. Cientos de efectivos policiales redoblaron la seguridad en Lima y se enfrentaron a manifestantes a favor de la medida de Vizcarra / Milagros Meléndez para ETL


           
   

Milagros Meléndez para ETL

SEGURIDAD. Cientos de efectivos policiales redoblaron la seguridad en Lima y se enfrentaron a manifestantes a favor de la medida de Vizcarra / Milagros Meléndez para ETL

Maniobra política

El Congreso agendó tratar la cuestión de confianza durante la tarde del lunes. En la mañana procedió con la elección de los miembros del TC. “Esa fue una maniobra política deshonesta. Se supone que el voto de confianza era para cambiar el proceso de elección de los miembros del TC y no tenía sentido tratar el tema después que se hubiera elegido a los integrantes”, dijo el abogado Pérez.

Los legisladores solo alcanzaron a elegir a uno de los miembros: Gonzalo Ortiz de Zevallos Olaechea, quien polémicamente tiene lazos sanguíneos con el presidente del Congreso disuelto, Pedro Olaechea.

Detonante: adelanto de elecciones

La disolución del Congreso deriva de un historial de enfrentamientos entre el Ejecutivo y Legislativo. El detonante fue el anuncio de Vizcarra durante su mensaje del 28 de julio. Dijo que presentaría un proyecto de ley de reforma constitucional que adelantaría las elecciones parlamentarias al 2020, para renovar al entonces Congreso.

La medida se presentó el 31 de julio. El debate demoró y este octubre una Comisión de Venecia debía emitir una opinión.

Sin embargo, sin esperar que esta institución emitiera su informe, la Comisión de Constitución, presidida por la congresista opositora Rosa Bartra, archivó el proyecto, levantando la polémica y ganándose el rechazo de un sector considerable de la población.

En respuesta Vizcarra anunció una nueva cuestión de confianza, esta vez para modificar el proceso de elección de los miembros del TC.

¿Qué sucede después de la disolución?

Según la Constitución, “el decreto de disolución contiene la convocatoria a elecciones para un nuevo Congreso. Dichas elecciones se realizan dentro de los cuatro meses de la fecha de disolución, sin que pueda alterarse el sistema electoral preexistente”.

Vizcarra ha convocado a elecciones parlamentarias (no generales) para el 26 de enero de 2020. El Jurado Nacional de Elecciones decidirá si los congresistas disueltos pueden volver a postular.

¿Quién legisla si el Congreso está disuelto?

Disuelto el Congreso, los únicos congresistas que se mantienen en funciones son los que integran la Comisión Permanente. Integrada por 27 congresistas, esta Comisión asume las funciones legislativas hasta el nuevo parlamento.

Presidenta en cargo por menos de un día

La noche del lunes 30 de septiembre la vicepresidenta del Perú, Mercedes Aráoz, fue nombrada por el disuelto Congreso como presidenta en cargo del Perú. Juramento sin banda, ni fanfarria. Sin embargo al día siguiente renunció a la vicepresidencia de manera irrevocable y con ello declinó al encargo del disuelto Congreso.

“Espero que mi renuncia conduzca a la convocatoria de elecciones generales en el más breve plazo por el bien del país”, tuiteó.

En su carta de renuncia, Aráoz dijo que la razón fundamental de su decisión es “que se ha roto el orden constitucional en el Perú”.

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