El pitcher que desde mayo ha sido garantía de triunfo para los Nacionales le arrebató este viernes la ventaja de campo a los Cardenales, en el inicio de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, con una joya sin hits hasta el octavo inning y aplausos del público rival al marcharse del terreno de juego.
Aníbal Sánchez es el lanzador con menos nombradía entre los cuatro principales abridores de Washington. El manager Davey Martínez esperó hasta el último día para anunciar, el jueves, que sería él quien comenzaría el duelo contra San Luis, en vez de un Max Scherzer con tres días de descanso. Pero ser el menos famoso del cuarteto no le ha restado efectividad.
El venezolano amarró al peligroso lineup de los pájaros rojos, al punto de que nunca estuvo atrás en la pizarra y un solo hombre le pisó la tercera almohadilla, Kolten Wong, ayudado por un error del catcher Yan Gomes al disparar a la segunda para tratar de ponerlo out.
No debería sorprender. Aunque su apellido no es Scherzer, Strasburg ni Corbin, ha tirado cuatro juegos completos de un hit en su carrera y prácticamente se estrenó con un no-no al llegar a las Grandes Ligas, en 2006. Mejor todavía, desde que en mayo terminó con su inicial seguidilla de 6 derrotas, los Nats han ganado 16 de los 24 juegos en los que ha estado él sobre el montículo.
Sánchez ha sido tan consistente como esperaba la divisa al contratarle como agente libre. Incluso, ha potenciado esa capacidad al llegar a los playoffs. Apenas ha recibido cinco imparables y una carrera en los 12.2 actos que ha recorrido en este octubre y tiene 2.50 de efectividad de por vida cuando llega la postemporada.
Dobletes de Howie Kendrick y Gomes produjeron la primera carrera, en el segundo acto. Triple de Adam Eaton y sencillo de Kendrick pusieron en el séptimo el 2 por 0 final.
Sánchez navegó sin problemas a pesar de ser tan estrecha su ventaja. Muchísimos de sus envíos viajaron a menos de 90 millas por hora. Pero su repertorio es enorme y su precisión al mezclar velocidades y golpear el borde de la zona de strike son sus aliados.
Su compatriota José Martínez fue el único capaz de ddescifrarle. Lo hizo en el octavo pasaje, con dos outs y como emergente, con una línea que cayó delante del center. Y nada más. Nadie más.
El triunfo es grande por muchas razones. Ocurrió sin el receptor titular Kurt Suzuki y sin el centerfielder Víctor Robles, afectados por problemas físicos. También sin el cerrador Daniel Hudson, ausente por permiso de paternidad, lo que obligó a usar a Sean Doolittle para los últimos cuatro outs. Y sucedió en casa ajena, al empezar el duelo al mejor de siete juegos, arrebatándoles la ventaja de campo a los campeones de la División Central.
Sánchez conquistó San Luis y puso a los Nacionales un poco más cerca de su primera Serie Mundial.