Esta semana, funcionarios estadounidenses reconocieron la dificultad de prevenir el resurgimiento de un Estado islámico en Siria una vez que la mayoría de las fuerzas estadounidenses se retiren.
La prisa por revisar el plan de campaña llega a medida que el Pentágono se mueve para asegurarse de que las tropas estadounidenses no sean arrastradas en una operación militar turca en el norte de Siria, que ha desatado el caos en lo que era una zona relativamente estable y ha dado una gran ventaja al presidente sirio Bashar al-Assad y a su principal patrocinador militar, Rusia.
Los rápidos acontecimientos de la semana pasada siguen a la repentina decisión del presidente Trump de retirar a las fuerzas estadounidenses del norte de Siria antes de la ofensiva planeada de Ankara, contra las fuerzas kurdas aliadas de Estados Unidos, que ayudaron a expulsar al estado islámico. El Pentágono esperaba mantener un pequeño número de tropas en el área para contener lo que dice que es una amenaza militante todavía poderosa.
Un grupo de funcionarios, que hablaron desde la condición de anonimato, subrayaron que la planificación no ha llegado a su etapa final. Asegurando que las discusiones se centraron en arreglos que permitirían a Estados Unidos continuar con algún nivel de ataques aéreos y vigilancia desde fuera de Siria, apoyándose en parte en una mayor presencia en Jordania y transfiriendo fuerzas de Operaciones Especiales a Irak.
Los funcionarios están actualizando las propuestas generadas después de que Trump, en otra decisión abrupta del pasado mes de diciembre que refleja su deseo de acabar con las guerras insurgentes de Estados Unidos, anunciara que retiraría las fuerzas estadounidenses.
A pesar de la negatividad que ha mostrado Trump con participar en estos conflictos del medio oriente, una comitiva, encabezada por el Vicepresidente, Mike Pece y el Secretario de Estado, Mike Pompeo se encuentra reunida en Turquía, con el propósito de buscar solicitar “a Turquía que detenga la invasión, que promulgue un alto al fuego inmediato y comience las negociaciones para restaurar la paz y la estabilidad en la región”.
Con información de The Washington Post