El Parlamento británico vuelve de sus vacaciones de verano y se enfrenta a una titánica lucha por los planes del primer ministro Boris Johnson de abandonar la Unión Europea.
La oposición, que incluye a miembros del Partido Conservador de Johnson, está tratando de tomar el control de la agenda y aprobar una legislación para retrasar Brexit por tres meses más.
Algo que a Johnson le preocupa, pues a su juicio desencadenará unas elecciones generales rápidas, provocando que los que voten en su contra esta semana se presenten como conservadores.
Desde el Parlamento el primer ministro aseguró que la propuesta de sus oponentes de retrasar Brexit otros tres meses, después del 31 de octubre obligaría al Reino Unido a “a rogar por otro retraso sin sentido”.
“Si eso sucede, todo el progreso que hemos estado haciendo habrá sido en vano”, declaró Johnson, llamando a la legislación “el proyecto de ley de rendición de Jeremy Corbyn”, refiriéndose a su principal oponente, el líder del Partido Laborista.
Con información de The Washington Post