El impacto de la NFL puede sentirse con fuerza en territorio norteamericano; sin embargo, en sus entrañas esta es vista como la liga más importante del planeta. Puede que la disciplina no genere una incidencia universal como lo hacen otros deportes, pero eso no la exime de presumir de ser una organización con la mayor calidad para que el espectáculo sea visto como un modelo a seguir en todo el mundo.
Este año, el campeonato norteamericano de fútbol americano arriba a su edición número 100, toda una hazaña que despierta todo tipo de razones para celebrar. Eso también representa un extra para los equipos que conforman la cita, una en donde todos lucharán por apartar a los todopoderosos Patriots de Nueva Inglaterra, franquicia que defiende el título y que se ha encargado de ser uno de los cuadros de mayor poder en las dos últimas décadas dentro del sistema.
Pero detrás hay otras franquicias que han hecho las labores en el receso para armarse de forma tal que en Massachusetts vean cuesta arriba la meta de volver a coronarse.

CAMPEONES. Nueva Inglaterra inició con el pie derecho la defensa del título
El primer paso
Los Patriots están en los libros de historia del deporte. Cuando de un conjunto exitosos se trata, este no puede quedar fuera de la discusión. Así como existen equipos que se mantienen por siempre en el recuerdo por su domino, este está ahí para representar a la NFL.
La dupla conformada por el mariscal de campo Tom Brady y el entrenador en jefe Bill Belichick jamás pasa por debajo de la mesa. Los días previos al inicio del campeonato es habitual contar con las predicciones de los expertos, quienes se juegan el nombre al escribir el de la franquicia que consideran favorita para ganar el Super Bowl, y en los últimos años solo unos pocos valientes han desestimado el esfuerzo del combinado de Nueva Inglaterra.
Con el comienzo de la temporada 2019, los campeones defensores arrancaron al más alto nivel el torneo, superando por 33-3 a los Steelers de Pittsburgh. Frente a su público, los Patriots no defraudaron. Brady, ya con 42 años de edad encima, volvió a demostrar que es uno de los atletas de mayor jerarquía en los Estados Unidos.
Primero, el mariscal conectó con Josh Gordon un pase de 20 yardas para poner número a la casa con el primer touchdown de un grupo que promete una ofensiva voraz este año. En el segundo parcial mejoraron aún más. Stephen Gostkowski dijo presente con dos goles de camp mientras que Brady volvió a construir el puente aéreo, ahora con Phillip Dorsett, cuya distancia fue de 20 yardas.
Con el marcador 20-0, la segunda parte traía urgencia en el entorno de los Steelers, impotentes al momento de que su ataque apareciera para recortar distancias. El veterano Ben Roethlisberger jamás encontró una vía confiable para hallar las manos de sus receptores, completando 27 de 47 intentos. El camino para anotar, al menos los únicos tres puntos de la noche del domingo, fue a través de la patada de Chris Boswell; a partir de ahí, el cero los acompañó hasta el último segundo de la justa.
No obstante, la ventaja aumentó en ese parcial, con la segunda recepción de anotación para Dorsett, esta vez de 58 yardas, y el tercer gol de campo de la jornada de Gostkowski.
El mismo protagonista lució nuevamente en la pizarra con una patada de 39 yardas en la última manga para dar cifras definitivas.
Brady terminó la noche con la misma solidez que los ha caracterizado a lo largo de su carrera que apunta al Salón de la Fama: para el mariscal de campo fueron 341 yardas sin intercepciones.

CAÍDA. Los Redskins no pudieron en su debut ante los Eagles
Sin éxito
La realidad fue distinta con los Redskins de Washington. El conjunto de la capital aspiraba a rondar un curso diferente en la temporada regular, sobre todo después de que el inicio de la 2018 fuera prometedor, pero los tropiezos de la segunda parte del calendario agrietaron sus opciones y con eso su despedida de los playoffs.
En la jornada 1, los aborígenes cedieron en su visita a Pensilvania, casa de los Eagles de Filadelfia, equipo que ganó con score de 32-27.
Aunque muy cerrado en su final, lo que más pesó sobre la visita fue la poca solvencia al momento de sostener la ventaja, bastante holgada en la primera parte, donde llegaron a estar arriba 20-7.
Las lesiones, principal golpe en el ánimo de la franquicia capitalina el año pasado, obligaron a la gerencia a tomar cartas en el asunto y una de ellas fue la de abrir espacio a un mariscal en detrimento de Alex Smith, fracturado de la tibia y peroné en plena campaña regular del anterior torneo. Para esta zafra, Case Keenum tomó la batuta y no deslució pese a que el resultado fue negativo.
Con 380 yardas y tres touchdowns, el mariscal mostró su repertorio, haciendo de Terry McLaurin, Vernon Davis y Trey Quinn sus principales socios y a quienes habilitó para llegar a tierra prometida.
Misma versión
En 2017, los Browns de Cleveland firmaron una temporada para el olvido. En una ronda regular de 16 juegos, esa cantidad de oportunidades no encontró en la franquicia de Ohio la opción del triunfo. Con récord de 0-16 fueron el hazmerreír de la NFL, obligándolos a mejorar la cara tan oscura del mencionado almanaque.
El año pasado dejaron foja de 7-8-1, brindando mejores sensaciones. Pero la necesidad de trascender estaba ahí latente, por lo que se movieron en el mercado de forma arriesgada pero lo suficientemente atractiva para considerarlos un cuadro con madera de postemporada.
No obstante, el primer juego se tradujo en tropiezo.
Los Titans de Tennessee se atravesaron en su camino y allanaron el escenario de los Browns, cuya ofensiva fue insuficiente.
Ni Baker Mayfield ni Odell Beckham Jr. pudieron hacer labores exitosas. Mientras el primero fue interceptado hasta en tres oportunidades, el segundo tomó siete balones, pero sin cruzar hacia la zona de anotación.
Por su parte, el rival de turno se apoyó en la sociedad Marcus Mariota y Delaine Walker, con par de touchdowns para el equipo y así sellar una victoria por 43-13.
En el ojo del huracán
Días antes de que subiera el telón de la campaña número 100 de la NFL, un nombre saltó por encima del resto, mayormente por una conducta poco común que terminó en un divorcio esperado.
Antonio Brown, receptor que hasta hace solo una semana vestía los colores de los Raiders de Oakland, dio un paso al costado y pidió a los californianos ser dado de baja ante una serie de inconvenientes con la gerencia.
La molestia del receptor en las oficias de los Raiders nació tras las críticas contra el gerente general, Mike Mayock, hecho que derivó en el corte de más de $29 millones garantizados para los dos próximo años como parte de bonificaciones establecidas en su contrato.
La situación dejó boquiabiertos a propios y extraños, pero los Patriots, siempre atentos, lo tomaron desde la agencia libre.