El expresidente de la República, Antonio Saca -quien desde septiembre pasado cumple una condena de 10 años de prisión por delitos de corrupción- fue sentenciado este jueves a otros dos años de cárcel, tras confesar que le pagó $10,000 a una empleada de la Cámara Primera de lo Civil a cambio de que le filtrara información sobre un proceso que se le sigue por presunto enriquecimiento ilícito de $3.9 millones.
Tras escuchar en un juicio abreviado la declaración del exmandatario, el Juzgado Noveno de Instrucción lo declaró culpable de cohecho activo (dar soborno). Este delito se castiga con una pena de entre seis y 10 años de cárcel, pero la jueza Nora Moreno le impuso solo dos porque ese fue el pacto que hizo el convicto con el exfiscal general, Douglas Meléndez, a cambio de que confesara el soborno.
La fiscal del caso explicó que un Juzgado de Vigilancia Penitenciaria determinará la forma en la que Saca deberá cumplir la condena. El viernes, el abogado del expresidente, Mario Machado, sostuvo que la pena pactada ya estaría cumplida, pues equivale al mismo tiempo que su cliente lleva preso. Por eso, dijo, no se le debe sumar a la condena impuesta tras confesar que cometió peculado y lavado de dinero.
“Él (Machado) no podría determinar eso… Inicialmente (Saca) fue detenido el 30 de octubre de 2016 por otro delito y por este delito (cohecho activo) se le intimó -se le notificó un delito- el 19 de agosto de 2017; incluso la jueza fue enfática en eso: que será el juez de Vigilancia Penitenciaria quien va a determinar el cumplimiento de esta pena”, expresó la fiscal.
En contraste, Machado aseguró que el acuerdo con la Fiscalía fue que Saca confesaría el delito a cambio de dos años de reclusión, los cuales empezarían a contar desde que estuvo en arresto provisional.
“Yo lo que pacté fueron dos años de prisión a partir de cuando él estaba detenido. Hoy es la condena, pero ya tiene más de dos años de estar en detención provisional. Eso se pactó con el exfiscal general, Douglas Meléndez”, apuntó Machado.
Saca pagó $10 mil a empleada
Saca confesó que cometió cohecho y que también entregó $10,000 a Ángela Iracema Avelar Salinas, empleada de la Cámara Primera de lo Civil a cambio de información. Así quedó establecido en el acta del juzgado, dijo la fiscal.
El viernes, Machado dijo que aunque su cliente “jamás” entregó el dinero, decidió buscar un acuerdo con el Ministerio Público “por conveniencia y para evitar que un proceso político tenga una consecuencia jurídica más gravosa”.
Pero el defensor cambió su versión, y este jueves reconoció que Saca sí entregó el dinero, pero al abogado Víctor Melgar González, (a) “Pitinga”. Él, según Machado, fue quien el pidió al exmandatario $10,000 para sobornar a Avelar.
Por este caso, en diciembre, Ángela Iracema confesó ante la jueza Montoya que aceptó el soborno, pero aclaró que no recibió el dinero, y fue condenada a dos años de trabajos de utilidad pública. Melgar está a la espera de la audiencia preliminar.
El exjuez de Paz de San Francisco Menéndez, Ahuachapán, Rafael Calderón, también compareció con Saca para enfrentar un juicio abreviado. Él pactó con la Fiscalía tres años de cárcel a cambio de admitir que asesoraba ilegalmente a defensores de acusados en procesos judiciales que él mismo ventilaba y luego les solicitaba sobornos.
Él recibió diferentes cantidades de dinero, las cuales eran superiores a los $500, señaló la fiscal.
Hasta la 5:30 de la tarde, la audiencia aún no había terminado.
Fuente: El Salvador