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El caos del Barcelona se traslada a la gerencia

En una organización deportiva las crisis no llegan necesariamente desde lo que ocurre en la cancha. Hay oportunidades en las que los hechos negativos suelen salir desde las oficinas. Así sucede actualmente con el Barcelona, pues, pese al parón casi universal ante el brote del coronavirus, el equipo catalán es noticia. Esta ocasión apunta a la gerencia del equipo ya que un total de seis directivos presentaron su renuncia.

En la acción figuran incluso dos vicepresidentes, Emili Rousaud y Enrique Tombas, quiénes, según la prensa española, no contaban con la confianza de la actual presidente de la organización, Josep Maria Bartomeu.

El hecho pone sobre el mapa del fútbol español las grietas que actualmente viven dentro de la escuadra, un problema que se ha extendido hasta el campo de juego, pues previo a la pausa por la llegada de la pandemia, el Barcelona aún no definía un juego exitoso como del pasado reciente, algo que llegó de la mano de entrenadores de la talla de Pep Guardiola y Luis Enrique.

El arribo de Ernesto Valverde no terminó de convencer a propios y extraños dentro de la franquicia y su salida luego de poco menos de tres años se selló con la llegada de Quique Setién; no obstante, el juego que plantea este nuevo entrenador tampoco llena de confianza y esperanza a los seguidores del club.

Golpe duro

Aunque para muchos la renuncia de los seis directivos no sea tan impactante, sus efectos podrían medirse a mediano plazo. Según la normativa, Bartomeu puede seguir al frente del Barcelona, pues su presidencia culmina en junio de 2021; sin embargo, esta serie de decisiones ponen en entredicho su liderazgo y el final de su período podría incluso acortarse.

Su nombre no solamente está ligado este reciente hecho, también un caso ocurrido a inicio de año, cuando se le vinculó al pago de empresas de publicidad para manchar el nombre de ciertos jugadores que en público habían sido adversos a lo que ha venido haciendo desde que está en la cabeza del grupo catalán. El mismo fue conocido como “Barçagate”.

Es la carta de despedida, y como adelantó el medio español La Vanguardia, los directivos aseguraron haber tomado la decisión al verse incapaces “de revertir los criterios y las formas de gestión del club ante los importantes retos de futuro y, en especial, a partir del nuevo escenario post pandemia”.

“Pedimos aquí que una vez se presente el resultado de la auditoría encargada a PWC -por el caso ‘Barçagate’- , se depuren responsabilidades así como el eventual resarcimiento patrimonial que corresponda”, siguió la misiva. “Como último servicio a nuestro club, recomendamos que tan pronto como las circunstancias lo permitan convocar unas nuevas elecciones que permitan, con toda la ‘autoritas’, gestionar el club de la mejor manera posible ante los importantes retos del futuro más inmediato”.

Más problemas

Sobre el “Barçagate”, Rousaud dijo a RAC1 que “en este caso, alguien ha metido la mano en la caja”. Esto último es una clara mención a la paga ejecutada a empresas de publicidad que estuvieron detrás de lo pedido por la directiva actual.

“Que hayamos pagado un millón de euros quiere decir que alguien ha metido la mano en la caja. Se está pagando un sobreprecio, no sé quién ha sido, ni si el presidente lo sabía, ni de qué nivel forma parte, pero me parece claro”, aseguró.

Las manchas sobre la gestión de Bartomeu parecen no cesar. En los últimos días, y frente a la inactividad, no fueron pocos los atletas que se dedicaron a hacer donativos no solamente para las víctimas del coronavirus, sino también para atender a aquellos cuyos empleos se vieron afectados. Desde Barcelona el equipo no se había pronunciado y un desacuerdo se generó entre el presidente y los capitanes, pues desde un lado el mandamás señaló que obligó a cada una de sus piezas a renunciar a parte de su salario para poder ayudar a los más necesitados. Días después el argentino Leonel Messi emitió un comunicado través de sus redes sociales manifestando que la idea había nacido de parte de los futbolistas y que nada había tenido que ver el presidente del club.

Pese a que el foco está puesto sobre otras figuras y la intención de casi todo humano está en vencer al Covid-19, desde Cataluña el caos es mayor al deseo de volver a jugar. Aunque los gerentes no suelen tener mayor impacto en el desarrollo del juego de un equipo, Bartomeu echó leña al fuego de lo que hoy en día es la triste historia de un enorme club.

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