Con cada fin de semana del Juego de Estrellas de la NBA, cada fanático apunta a su día favorito del sinfín de actividades que presenta la liga. El sábado no pasa por debajo de la mesa, pues la jornada pone en acción a varios de los principales elementos en tres poderosas competencias.
La primera de ellas, la de habilidades, mostró la nueva tendencia de la NBA, una en la que no importa la estatura, la misión es volverse cada vez más completo.
Con cuatro llaves, cuatro tipos altos, la mayoría aleros, compitió contra armadores y escoltas. El resultado, tal como lo indica la nueva liga, fue la de un puesto tres llevándose los honores.
Bam Adebayo, del Heat de Miami, fue el ganador del Concurso de Habilidades, final en la que se impuso a Domantas Sabonis, de los Pacers de Indiana. Antes, dejó en el camino a Spencer Dinwidie, de los Nets de Brooklyn, y a Pascal Siakam, de los Raptors de Toronto, en su camino a la final.
En el Concurso de Trilpes, el vencedor fue Buddy Hield, de los Kings de Sacramento, quien con una ronda de 27 puntos quedó apenas una unidad por encima de Devin Booker, de los Suns de Phoenix. En el tercer puesto apareció Davis Bertans, de los Wizards de Washington, con 22 tantos.
Pero el plato fuerte de la noche fue el Concurso de Volcadas. Ahí, la polémica llegó al gusto de todos, pues Derrick Jones Jr., del Het, ganó a Aaron Gordon, del Magic de Orlando, rememorando aquella cita en la que el jugador del Magic cayó frente a Zack Levine cuando todos pensaban que sería él el monarca.
El empate en la final obligó a los dos exponentes a buscar un último intento asombroso.
Jone Jr. lo logró con un salto un paso por delante de la línea de los tiros libres, con el que obtuvo 48 puntos.
Para superar el reto, Gordon llamó a Tacko Fall, enorme novato de los Celtics de Boston, sobre quien saltó para llegar al aro. Con la jugada, todos en el United Center pensaron que el de Orlando sería el vencedor, pero los jueces le dieron 47 unidades.
Al finalizar el evento, confirmó que no participaría más pues, a su juicio, había sido robado en dos oportunidades.