A partir del nacimiento, todos necesitamos una educación fundamental para activar esa chispa, esa semillita en el cerebro, que tienen los bebés al nacer. Madres y padres juegan un papel muy importante para el desarrollo saludable del bebé, pero esa responsabilidad puede ser bastante difícil en los primeros meses y años de los niños.
Es por eso que madres y padres de menores de 3 años se han unido a maestros de educación infantil, organizaciones comunitarias y empresas para lanzar un esfuerzo que pide al Distrito de Columbia que invierta en un sistema completo de formación de menores de 3 años.
Como estudiante de educación infantil en la Universidad del Distrito de Columbia, he analizado un gran número de estudios científicos que demuestran los efectos positivos de enseñar educación infantil durante los primeros años de la infancia, ya que ayuda a desarrollar las herramientas que necesitarán los niños en el ámbito social, en la escuela y en sus carreras a lo largo de su vida.
Con la coalición de Menores de 3 DC, conocida en inglés como Under 3 DC, estamos impulsando crear el sistema de educación infantil más completo del país. Y estamos en el momento indicado.
ENCUENTRO. Miguel Castro Luna con miembros de la coalición Menores de 3 DC en el foro comunitario sobre el presupuesto del año fiscal 2021, que se realizó el jueves 20 de febrero en la Universidad del Distrito de Columbia. | Foto cortesía
La alcaldesa del Distrito de Columbia, Muriel Bowser, está solicitando ideas en preparación a su próximo presupuesto fiscal, y es por eso que muchas familias y maestros de educación infantil hemos estado participando en las reuniones del presupuesto de la ciudad para dejarle claro: invertir en nuestro niños es crear una sociedad más fuerte y saludable. De hecho, le estamos pidiendo una inversión de menos de 1% de todo el presupuesto de la ciudad.
Necesitamos que los miembros más pequeños de nuestra ciudad – aquellos menores de 3 años – sin importar los ingresos de sus padres ni en donde nacieron, reciban educación infantil de alta calidad y bajo precio. Al mismo tiempo, es crucial que los maestros de educación infantil reciban la compensación que se merecen por formar a nuestros niños. Necesitamos maestros bien preparados y recompensados para educar a nuestros niños.
La realidad que enfrentan nuestras familias, en especial la de bajos recursos, es devastadora.
La señora Zeferina tiene muchos años viviendo y trabajando en el Distrito de Columbia. Su nieta, de tan solo un año de edad, no tiene acceso a un cuidado infantil que pueda ayudar a educar a la nena. A pesar de que Zerafina y sus familiares trabajan tanto y tan duro, el poder pagar un cuidado infantil con programas educativos es prácticamente un sueño inalcanzable.
Esta es la realidad de muchas familias hispanas en la ciudad de Washington.
El costo promedio de cuidado infantil en el Distrito de Columbia es el más elevado en toda la nación. Solo 8% de nuestras familias pueden realmente pagar el costo anual de $24.243 por cuidado infantil. Aparte, más de una en cuatro familias viven en áreas con muy pocas o ninguna opción de cuidado infantil. En el Distrito de Columbia, el cuidado infantil es tres veces más caro que ir a la Universidad de Maryland.
El Distrito de Columbia debe asegurar que todas las familias, sin importar cuánto dinero tengan, puedan tener acceso a cuidado infantil de alta calidad y bajo costo. También deben de cultivar una fuerza laboral de maestros de educación infantil con buena compensación. Construyamos familias más fuertes y saludable empezando por darle la formación a los niños desde su nacimiento.
*Miguel Castro Luna es miembro de Mil Idiomas Una Voz (MLOV), parte de la coalición de Menores de 3 DC.