A los Celtics de Boston les ha tocado redefinir el juego para decir presente en instancias importantes. Luego de desprenderse del base Kyrie Irving, en Massachusetts dejaron a piezas jóvenes como Jaylen Brown y Jayson Tatum bajo las enormes responsabilidades de guiar a la franquicia verde por la temporada 2019-2020.
Vistos como dos basquetbolistas versátiles, llevaron junto al coach Brad Stevens al conjunto hacia postemporada con un ritmo que encontró en la defensa su principal herramienta, hoy en día una marca característica de la franquicia en una NBA en la que reina el tiro a larga distancia.
Pero también se hicieron con un espacio en los playoffs bajo la libertad de mostrarse como un cuadro sus piezas definidas pese a sus posiciones.
Tatum es capaz de anotar desde el perímetro y a la media distancia sin perder facultades bajo el aro. Brown, por su parte, no desentona si se le pide manejar el balón y restar en la prioridad ofensiva. El sacrificio es parte de todos y a nadie le interesa ir contracorriente.
Así, los Celtics dejaron en el camino no solo a los Sixers de Filadelfia, también dieron el gran golpe en la mesa al eliminar a los Raptors de Toronto, campeones de la 2018-2019. Con fundamentos y enorme entrega, los de Massachusetts están en la batalla por decir presente en las finales de la NBA contra el Heat de Miami, a juicio de propios y extraños la gran sorpresa de la zafra.
Se busca
Si Boston aspira a meterse en la llave por el trofeo de campeón deberá despertar a una de las adiciones más atractivas del pasado offseason, el base Kemba Walker, ex de los Hornets de Charlotte y quien se adaptó con facilidad al sistema de Stevens.
Pese a su destacado trabajo en la ronda regular, el piloto perdió peso en la postemporada, especialmente en la serie contra Toronto; no obstante, para los Celtics aún hay tiempo y la impaciencia no se ha hecho notar. Mientras, la ofensiva sigue recayendo en las figuras de Brown y Tatum.
Otra de las figuras que podría sumar sin contratiempos es Gordon Hayward, plagado de lesiones que lo han alejado en repetidas ocasiones de la duela. Apenas en el tercer choque de la final del Este alcanzó sus primeros minutos en el actual playoff, por lo que deberá desarrollar con rapidez su juego para hacerse sentir.
Posible clásico
En caso de meterse en las finales, Boston podría cruzarse contra el enemigo histórico, los Lakers de Los Ángeles, aún con vida y enfrentando en la instancia previa a la lucha por el campeonato a los Nuggets de Denver, otra de las franquicias que sin aparecer como favorita trascendió de forma impactante.
Con 17 títulos de liga en su haber, los Celtics se mantienen al frente de la lista histórica entre los combinados con más trofeos de campeón; sin embargo, los Lakers podrían acompañarlos en el puesto más alto del podio si se consagran en la 2019-2020.
Externos
Aunque el mundo de la NBA aspira a otro clásico, el Heat y los Nuggets quieren aguar la fiesta de las dos franquicias más laureadas en la historia del baloncesto norteamericano.
En Miami la llegada de Jimmy Butler se tradujo en una de las adquisiciones más efectivas del año. La férrea defensa del hábil escolta ha llamado la atención de toda la liga, pues brindó confianza y experiencia a un grupo joven lleno de perimetrales que no lo piensan dos veces al momento de tirar la bola desde la larga distancia. A su juego se suma la siempre ganadora mentalidad de Eric Spoelstra, dos veces campeón de la NBA.
La intensidad característica del Heat pretende romper con lo visto en el pasado, mostrándose como una organización que quedó con más preguntas que respuestas en su entorno tras la salida de LeBron James.
Una vez pasada la etapa de reconstrucción, en Miami se dan el lujo de disfrutar de su equipo, además de planificar un futuro óptimo y fortalecido. Aunque prometió que se quedaría en Milwaukee, los rumores ponen al griego Giannis Antetokounmpo en la órbita de los de Florida.
Por otra parte, los Nuggets quieren hacer de su divertido baloncesto el presente y futuro de la liga. De la mano del espectacular Jamal Murray, el cuadro de Colorado aspira a hacer historia. Para ello confían no solo en el manejo de balón del canadiense, una pieza que no se amilana en momentos importantes, también se potencian ante el impacto del serbio Nikola Jokic.
Con la NBA animando a los centros a lanzar triples, el europeo no solo tiene en su repertorio tiros a metros del aro, también se posiciones como una rara especie que es de pies ligeros y cuenta con una visión increíble para pasar la bola.