SANTO DOMINGO, República Dominicana — Decenas de estudiantes universitarias dominicanas marcharon el miércoles 17 de octubre vestidas de novia y con velos negros para exigir medidas que reduzcan la violencia de género, que este año ha provocado al menos 150 asesinatos.
Con pancartas que proclamaban “No soportamos más tanta violencia” y “Ni una mujer asesinada”, las manifestantes recorrieron el campus central de la estatal Universidad Autónoma de Santo Domingo acompañadas por docentes, activistas y el presidente del tribunal constitucional.
La denominada “marcha de las novias” se realizó para recordar a Gladys Ricart, una dominicana que murió baleada en Nueva York el día de su boda, en septiembre de 1999, a manos de un antiguo novio también dominicano.
Mirqueya Mateo, directora del instituto de género de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, aseguró que en República Dominicana el número de homicidios de mujeres perpetrados por sus parejas ha ido en aumento en la última década.
“Es preocupante que estas muertes afecten a mujeres jóvenes, de entre 19 y 44 años, que se encuentran en edad productiva”, insistió la especialista.
De acuerdo con estadísticas de la Procuraduría General, en 2011 se registraron 230 asesinatos considerados feminicidios, la cifra más alta desde 2005. En lo que va de 2012 unas 150 mujeres han sido asesinadas por sus parejas.
Entre los casos más recientes se encuentra el de Miguelina Altagracia Martínez, de 31 años, que murió el 30 de septiembre de 25 puñadas asestadas por su ex novio cuando trabajaba en un salón de belleza de la ciudad de Santiago, 150 kilómetros al noroeste de la capital.
Martínez había denunciado en varias ocasiones ante la fiscalía el acoso y amenazas de su ex pareja, sin que las autoridades tomaran medidas contra el agresor.
Ante el incremento de homicidios de mujeres, la Cámara de Diputados estudia un proyecto de reforma del Código Penal en el que incluye como crimen la figura del feminicidio.
Milton Ray Guevara, presidente del Tribunal Constitucional, insistió en la necesidad de mejorar la educación para evitar la violencia hacia las mujeres.